Capítulo LIV: Ilusión
Mientras pienso en lo que quiero escribir, me sale una sonrisilla de esas un poco cabronas, que espero ser capaz de plasmar en este ratito.
Me la juego otra vez en público (espero que esta vez no me castigue el “mosaico de mi estómago”), esta vez con excusa. Y, si no, me la busco yo.
Mañana nos tiene que tocar un pellizquito por lo menos en la lotería, que para eso trabajamos todo el año, ¿verdad?
Me la juego otra vez en público (espero que esta vez no me castigue el “mosaico de mi estómago”), esta vez con excusa. Y, si no, me la busco yo.

Es evidente que hay nimiedades que ilusionan, véase la lotería de navidad, los regalos de Reyes, los viajes, que salga por tercera vez la asignación de destinos, que pongan una canción de Melendi en el bar de copas de Sevastopol en el que estamos una noche, que nos escriba la persona exacta en el momento exacto el mensajito exacto al móvil, las cenas con la gente de siempre, que nos traigan libros de Londres, examinarnos del práctico de conducir (aunque no sea la primera vez), o, por qué no, iniciar un blog con unos amigos en el que mantener, aunque sea de vez en cuando, la unión de casi treinta personas que viven más o menos igual...
Claro que, la ilusión, quizá sea demasiado efímera... Tomando como ejemplo a una inteligente Lilith, es menester (abuela... esto le gustará) tener claro lo que es la ilusión. Según la definición de la RAE, llamamos ilusión al “concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos”.
No sé si la falta de realidad se debe a que mis sentidos me engañan (desde aquí abajo, el punto de vista es muy diferente) o a que mis compañeros de blog no tienen últimamente un minuto para decir, como el maestro Sabina (ésta es para el Santo, que sé que también le gusta...) “Esta boca es mía”
Con mucha ilusión, luces de Ágata Ruiz de la Prada y un par de kilos de más de los que no puedo deshacerme, Feliz Navidad a todos. O Felices Fiestas de Invierno, no sea que la alianza de civilizaciones estime que sea hiriente lo de la navidad...
Y que nos toque algo, que nos lo hemos ganado.
Claro que, la ilusión, quizá sea demasiado efímera... Tomando como ejemplo a una inteligente Lilith, es menester (abuela... esto le gustará) tener claro lo que es la ilusión. Según la definición de la RAE, llamamos ilusión al “concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos”.
No sé si la falta de realidad se debe a que mis sentidos me engañan (desde aquí abajo, el punto de vista es muy diferente) o a que mis compañeros de blog no tienen últimamente un minuto para decir, como el maestro Sabina (ésta es para el Santo, que sé que también le gusta...) “Esta boca es mía”
Con mucha ilusión, luces de Ágata Ruiz de la Prada y un par de kilos de más de los que no puedo deshacerme, Feliz Navidad a todos. O Felices Fiestas de Invierno, no sea que la alianza de civilizaciones estime que sea hiriente lo de la navidad...
Y que nos toque algo, que nos lo hemos ganado.
2 Comments:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pues te cuento el saludo que mando yo en mis emails estos dias, por eso de las distintas culturas y los diferentes paises.
Best seasonal greetings!
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