El Puntito del G

viernes, diciembre 01, 2006

Capítulo XLIX: Be water, my friend!


Como fiel seguidor que soy de la cultura pop de nuestros días, no podía faltar mi referencia al anuncio que empieza a empalagar por manido del chino ese qeu daba muchos golpes muy seguidos acompañados de grititos ininteligibles.

Yo como él, me adapto a Madrid, a mi tetera y soy Madrid. Sigo pensando que a esa tetera le falta un buen lavado para quitar los innumerables posos del té que alberga, pero de una forma u otra, por más que paro para concentrarme a odiar Madrid con la virulencia de hace dos años no me sale.
Cada mañana me meto entre los empujones y la cara de perro de la gente y no me limito a eso sino que me convierto en Madrid, a tanto llego en mi transmutación que llego más alla de los confiens de la villa y corte y me extiendo hasta Tres Cantos.

Serán los patos del estanque donde trabajo, será que ahora me llaman para preguntarme la opinión y además escuchan mi respuesta.

Será que me hacen trabajar de lo lindo y como no hay tiempo para la ociosidad no me paro a pensar en lo que me rodea.

O será el agua de los grifos de este parque cientíofico tratado con sustancias misteriosas, todavía no brillo en la oscuridad pero tiempo al tiempo.

Y no será que habré madurado?? Que igual soy como la Alanis Morrissete que grabó un disco muy cabreada y años después amenazó con regrabarlo ahora menos cabreada. Claro que yo sé lo que significa "ironic" no como ella, ni soy tía, ni tengo un acento canadiense bastante ridículo.

Sea lo que sea, estoy en un estado que ya les hubiera gustado a unos cuantos hippies de Woodstock. Eso sí, pierdo acidez cuando escribo, será la mala leche motor de creatividad?? Viendo a Zaplana me atrevería a decir que no.

A ver lo que dura, porque predigo que cuando llegue a Chicago ese agua se convertirá en hielo.

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