Capítulo XXVIII: Necroporra
Jóvenes aunque sobradamente preparados. Inquietos, activos, proactivos. Amantes de la vida, viajeros con los ojos abiertos de par en par. Estudiantes, con más o menos opacos objetivos. Amables, risueños, repletos de ganas, de ganas de todo. Admiradores y admirados. Mirones, protagonistas, reyes de la pista y público de palco.
Capaces de hablar de economía de alto copete, de política internacional, dando opinión sobre temas de actualidad (como dijo el gran Forges, “aquí puede decir su gilipollez relativa a la independencia de Montenegro”), comunicándonos con acrónimos imposibles fuera de un entorno elitista (BEI, BERD, CAF, FAO, UFO, FIFA, DDORF, ...) pero con sorprendente capacidad para poner rápidamente los pies en el suelo y disfrutar disfrazados de torticampistas o de llorar (¿lloramos?) al ver a Raúl volviendo a casa con una espantosa corbata verde manzana.
Las conversaciones más interesantes despiertan en nosotros a la bicha, sacamos nuestras armas y nos convertimos en la élite. Pero, no nos engañemos. Somos humanos. Somos puro instinto. También con nosotros funciona aquello de “mal de muchos...” y, el que diga que no, que busque en su gmail la palabra NECROPORRA.
Ah, migos... qué día de conversaciones. La Necroporra. La porra de la muerte. No nos llevemos las manos a la cabeza, es así de duro. Cómo entramos todos al trapo. Cómo nos reímos cada uno frente a su monitor. Cómo propusimos tópicos, nombres, puntuaciones. Cómo nos negamos a que “valiese” aquel tan enfermo, que no podía considerarse ni si quiera reintegro, no podía puntuar.
Primera regla: famosos internacionales.
Segunda regla: sin enfermedades conocidas.
Con mucha clase, utilizando alta tecnología EXCEL para elaborar un cuadro sobre el que apostar. Valores medios de cada apuesta. Razonamientos macabros sobre la peligrosidad o no de ser piloto de 250 c.c., o cantante. Estudios de probabilidad dignos de Bill Gates. Medias, medianas, modas, varianzas... todo dispuesto para hacerlo de una forma limpia, para que se pueda comer encima del tétrico cuadro.
Trapo rojo al que entramos todos, con la risa esquizofrénica y el eco de la guadaña.
Duro, ¿eh? Aprender a reírnos del final. Del fondo, lo negro, lo desconocido, de eso que hace que la vida no tenga mucho sentido a veces... qué más se le puede pedir a la élite!!!
4 Comments:
pero alguien ha acertado algo?
Eso no es lo importante Lagosiano, lo realmente importante es esa capacitación que tiene la élite, para poder visualizar las próximas defunciones de lo más florido y granado del panorama nacional e internacional, sin pestañear, sacando esa oscura personalidad y ese humor negro, que todos tenemos dentro nuestro.
Al margen de eso, creo que no ha habido ningún acierto, por más que la turca se empeñe en decir que haya predijo la muerte de no sé quien...
De Sharon, decía que había apostado por Sharon, pero no puede ser porque no podía ni ser reintegro...
Sharon no se Ha muerto, belén, hija. Más quisieran muchos, cualquier día vuelve a la política.
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