El Puntito del G

martes, junio 06, 2006

Capítulo XIII: En honor de un meritorio foro


Yo creo que ya vale después de todos estos posts recopilatorios sobre lo maravilloso que es el compañerismo, sobre la amistad que nos une y lo cojonudos que somos todos. Que sí, que la tenemos muy grande. Pero seamos sinceros: somos mucho más graciosos cuando nos tiramos los trastos a la cabeza. Hablo por mi, por supuesto, que cada perro se lama su... dejémoslo ahí.

Y si eso es una buena o mala herramienta de comunicación pues se lo dejaremos a los expertos porque a mi lo que me apetece es azuzar la hoguera que se nos está apagando con tanta lágrima barata de exaltación de la amistad. No nos engañemos señores, lo que no podemos hacer porque no está justificado es olvidarnos de quien nos enseñó que 4 ajos cuestan realmente veinte duros, de esa Matahari de llavero que habita en Rumanía, en las calles llenas de barro del sucio Bucarest. Ella ha sido Producciones Mal Gusto con todas las de la ley, no hay nadie que ose a robarle el título porque claro está, que con cuatro improperios, expresados desde su escasa estatura, va a hacer que agarres un Rosario y una Biblia y empieces a rezar por su redención.

Y qué decir tiene de la vieja del noveno con sus gatos y hábitos sexuales nada claros para con ellos? Yo seré un gordo repugnante pero está claro que dejo en paz a los animales en mi alcoholismo, que nada tiene que ver con el Chinchón, joder que algunos tenemos más clase. Sus voces desde un noveno en la Roma decadente y amenazando ruina, han conseguido que el nigeriano se sacase las lanzas y flechas de su arquero de donde no deberían de estar para utilizarlas como mejor podía contra ella, que el venezolano dejase de acatar la máxima de “respeto a la tercera edad” y que aquí el que escribe le compusiese versos satíricos para ponerla en su sitio. La respetaremos por su edad y porque todo era culpa de la lluvia, repiqueteando constantemente, haciéndola perder el norte para refugiarse en otra botella de Chinchón.

Y el noruego? Que si entro a la gresca que si no, siempre evaluando sus escasas fuerzas conservadas en esa inanición constante en la que vive. Me quitaré el sombrero, porque a mi sale de la cabeza no como a otros, por su arrojo, aun tan sólo teniendo en el cuerpo el caldo escuálido obtenido de una raspa de arenque como único alimento. Eso sí, muy valiente en esta arena de gladidadores virtuales, pero sin poder evitar el seguir escondíendose de desproporcionadas Ingas que con sus cantos y ritos de apareamiento conseguían hacerle entrar en calor por tener que correr alocadamente por las calles de Oslo y no precisamente hacia ellas.

Menos mal que estaba yo para poner orden: desde mi Sampa querido, si bien tarde por inconveniencias horarias, conseguía controlar a las fieras, explicar a los neófitos acerca de síndromes premenstruales, aunque ello me costara innumerables batallas de sexos, innecesarias en todo caso (todo el mundo sabe quien es superior), calmando con mi arpa y poesía el mercado callejero en el que este foro se convertía durante la madrugada paulistana. A veces, como Jesús en el templo ante los mercaderes deshonestos perdí la calma, pero en general y tambíen como El mostré mi más absoluta misericordia ante lo que me rodeaba.

Menos mal que estaba yo!

5 Comments:

Blogger Lilith said...

Capítulo XIII el día 06-06-06...
Del Santo, tenía que ser.

11:27 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pero santo, como puedes decir estas cosas si estás desparecido y cagadito de miedo.. parece que las envestidas de la romana te han superado..

11:48 a. m.  
Blogger South said...

Lo de que el sombrero te sale de la cabeza, no lo diría muy alto, Santo...

En cualquier caso, romperé una lanza a tu favor y diré que hay algo que el noruego necesita y tú no: UN CINTURÓN.

1:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo también romperé una lanza en favor de ti paulista y diré algo que la rumana necesita y tú no: UNOS ZANCOS.

1:56 p. m.  
Blogger South said...

Picajosillo... será el hambre, que te está agriando el carácter...

3:31 p. m.  

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