El Puntito del G

jueves, julio 13, 2006

Capítulo XXXIV: Ya Quisiéramos Ser Sherezade

Cuentan que Sherezade para evitar que el sultán con quien se había casado la matase, comenzó a contarle un cuento con la promesa de terminar la noche siguiente y que así estuvo 1000 noches enlazando historias hasta que el sultan cayó enamorado a sus pies y vivieron felices.

Las Mil y una Noches, salvando las distancias como de París a Tombuctú vamos, eso es lo que nos habíamos propuesto con este blog los 3 que por ahora en él participamos.

El problema es que las historias se nos acaban, perdón, corrijo, las historias que para todos los integrantes de este nuestro misterioso público tienen algo de común se nos están acabando. Y yo me debo a mi público y el cliente siempre tiene la razón pero a los olmos no hay que pedirles peras. Y últimamente parezco un olmo seco (mira cómo te plagio Machado, jódete).
La vieja del noveno tiene ya una edad para estos esfuerzos y la rumana obviamente entre el puesto ambulante y la oficina comercial no tiene tiempo de devanarse los sesos.

Nos empezamos a enfrentar al problema de la hoja en blanco, hablo por mi, se me ocurren muchas cosas sobre las que escrbir, pero me frena el hecho de que esas historias sólo me interesen a mi. Ya habréis visto qeu alguna se ha colado por allí, aunque más o menos todas podían ser extrapolables a algo que os rodea.

Al fin y al cabo, ¿quien no tiene un arlequín por ahí? Que le cambio la plaza.

Eso sí, me resisto a oir eso de "this train terminates here" que me sacaba de un plácido sueñecito en el metro de la isla de la lluvia y me indicaba que otra vez me había dormido borracho y me tenía que apear donde no era.
No quiero qeu este blog acabe aqui.

Asi que, amiguitos esto es un aviso para navegantes y avezados lectores: giro de timón a lo que aqui escribo para ser más libre, menos constreñido a la razón de ser de este blog, para poder seguir escribiendo.

A lo Marlon Brando en mi plena Rebelión a Bordo de mis captoras declaro que prefiero escribir algo fuera del universo del G que dejar morir esto que me entretiene. A partir de ahora voy a ser tan libre como Juan Salvador Gaviota con una borrachera de espanto, eso sí, para elegir los temas. INSUMISIÓN, INSUMISIÓN.

Y claro, también por el miedo de que me matéis si no consigo entreteneros. No sé si queda bien en un blog, pero como estoy en plena revuelta lo diré: JUAS, JUAS.

2 Comments:

Blogger South said...

Así lo haremos, pues.
Quedas liberado del yugo que te tenía atenazado, que te impedía escribir libremente. Eres libre como ... como un paolista.

1:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Al 100% contigo poeta paulista. No seré yo quien corte las alas a tu literatura. Es más, en mi tendrás un insaciable lector esperando por el capítulo siguiente, amén de algún contratiempo, relacionado con la agencia de viajes que tengo montada.

1:36 p. m.  

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