Capítulo LVII: Meu Adorado Brasil

Estaba yo ahora mismo pensando en un nuevo nombre para firmar mis posts, porque no es bueno vivir del pasado y Brasil se acabó el año pasado. Mira que me gusta a mi sanpaulista pero renovarse o morir. Y de pronto, el escupeimágenes que preside casi cualquier salón en la piel de toro, me habla del calor que hace este año en Río por Navidad que están a 43º.
Casi se me cae el alma a los pies, el año pasado yo me dedicaba el día de Navidad a preparar la carne para una barbacoa, en bañador y camiseta. Vale que entonces era raro y echabas en falta esa blanca navidad prometida por esos horrendos villancicos. Lo cierto es que mucha promesa pero tampoco veo nieve asi que para estar con frío pero sin nieve prefiero estar en bañador y chanclas.
Tarde chavalito, te vas para Chicago y allí sí que vas a ver nieve, tontorrón: todo sea para que no se te borre la sonrisa.
Que saudades de Brasil, cada vez que mi salvapantallas se pone en marcha y salen todas las fotos de un año, me arrepiento más y más de no haber vuelto para allá. Arrepiéntete sólo de lo que haces, no de lo que dejaste de hacer: qué fácil de decir y qué chungo de cumplir.
Claro que también podría decir que soy un pedazo de afortunado por haberlo conocido pero no me da la gana porque este es mi blog y escribo lo que quiero. Anda que no es reconfortante la autocompasión ni nada.
Así que, mejor pensado, seguiré siendo sanpaulista que el pasado es equipaje que viaja conmigo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home