El Puntito del G

jueves, julio 27, 2006

Capítulo XXVI: El Juergues Pasado

El juergues pasado salió la lista de los nuevos becarios ICEX. Como el año pasado, éste estuvo a punto de tener su garbanzo negro (aunque, para qué engañarnos, puede pasar de todo de aquí a Septiembre).

No pretendo hacer un resumen de noticias, una nota de prensa, con este post. Ni mucho menos. Se trata más de un intento de hacernos recordar el momento en el que nos dijeron lo que sería o no sería de nosotros el año siguiente (las famosas lentejas...).

Hago un esfuerzo por recordar el mismo momento del año pasado cada día. El 27 de julio de 2005, la espera, los nervios, la comodidad de una vida ordenada, la compañía, el idioma perfectamente conocido. Como supongo que haré el año que viene, cuando recuerde lo mucho que me costó que me entendiese la chica de la panadería, o lo baratísimo que era el tabaco, el desorden de mi casa, la moqueta (maldita moqueta, qué cochinada), el Carrefour de Bucarest (no habéis estado, lo recordaríais, con sus pajaritos volando alegremente sobre el pan), la nieve, la escandalosa “povita”, que ni es nieve ni es agua, simplemente ensucia, el frío o los cortes de gas a Ucrania que nos afectaron en enero, a menos dieciocho graditos de nada.

Un millón de cosas, un baúl que llevamos, cada uno desde su punto de vista, Berna o Lagos, Sao Paulo o Ankara, Dusseldorf o Seúl, ciudades en las que todos conocemos a alguien que, en cualquier momento de este año, hubiese estado encantado de recibirnos en sus provisionales casas, más o menos caóticas, para enseñarnos que la intensidad de las relaciones depende de factores infinitamente más complejos que el tiempo. Que lo que tenemos en común nos une aunque no nos hubiésemos elegido nunca unos a otros como amigos si estuviésemos en otra situación. Que nos tenemos el respeto que se forja después de mucho tiempo sin casi conocernos, que nos tenemos ganas, que queremos vernos, que nos recordamos, que, a miles de kilómetros, es posible hacerse amigos (gracias, internet, gracias) pero no enemigos (ahí siempre nos queda la duda de lo que pasará cuando nos veamos. Es una de las mejores características del ser humano, que nace bueno y que siempre, pase lo que pase, le quedan rescoldos de esa bondad, de esa confianza en estar equivocados, de esa capacidad para rectificar).

Casi un año después, me planteo qué decirles a los nuevos, a los que van a venir a mi destino. Y recuerdo lo que pensé cuando a mí nadie me dijo nada, ni bueno ni malo. Y pienso en cómo es posible callarse, cómo puede dejarte indiferente esta experiencia. Parece que fuera antes de ayer... diez meses volados. Me vienen a la cabeza un millón de cosas que decirles. De la Oficina Comercial y del trabajo (jaaaaa), de la colonia española, de las buenas manos en los que les dejamos con los “Cámaras”, pero sobre todo, de la cantidad de gente que hemos conocido, de los sitios en los que nunca pensé que estaría, de los que, desde el primer momento, supe que querría repetir, de la belleza de un país para mí desconocido, de la sorpresa permanente, del esfuerzo al principio para hacer algo tan sencillo como pedir que el agua no tuviese gas, de la comunicación Bucarest-el mundo como si estuviésemos en el mismo edificio, de la inercia, que nos ha llevado como en rafting, del aprender a dejarse llevar, de ir río abajo, sin pensar, mirando, empapándonos de todo, abriéndonos paso, cayendo de pie.

Pienso en todo eso y tengo la certeza de que, si hace un año, alguien me hubiese dado una bola de cristal y me hubiese dicho algo parecido a lo que he visto, a lo que he vivido, a lo que he sentido, me hubiese echado a reír y le habría preguntado que si estaba loco.

Una especie de MATRIX, con un Morfeo con cara de IR, que nos dio a elegir la pastilla azul o la roja. Y cada uno cogió la suya (para los que cogieran la otra, me atrevo a decir que no es tarde aún).

Algo muy valioso he aprendido de este año, algo que muchos tendrían muy claro antes, que otros, posiblemente reconozcan en sí mismos. Y es que es mejor, sea como sea nuestro destino, aburrido, cálido, gris, nuevo o repetido, es mejor arrepentirse, un año después, de haberlo hecho que de quedarse con la duda. Que a veces tenemos la suerte de llegar al Ferry, y que, si podemos subirnos, si tenemos ganas, nada debe frenarnos. Que, como dijo Chaplin, esto es como una función en la que no hay lugar a ensayos. Y lo que dejamos atrás, se queda con nosotros, pase lo que pase. Que lo importante es compensar el equipaje.

Así que, lo único que puedo decirles a los nuevos es que las consultas, los estudios de mercado, los informes, son una mera anécdota. Les aconsejaré gmail (prometo que no me pagan comisiones) y les diré que sonrían. Que a lo mejor vuelve a pasarles algo parecido, pero que una vez tomada la decisión, sólo nos queda disfrutar. Hasta de nuestros jefes.

miércoles, julio 19, 2006

Capítulo XXXV: Las Dos Caras de la Verdad


O de cómo mentir durante tu entrevista de trabajo para la segunda fase, de cómo impresionar a propios y extraños y de cómo excusarte ante la falta de contacto con la gente.
Este es un post muy útil que todo el mundo debería de leer, ya sabéis, desde la modestia que me caracteriza. De hecho los niños de la Roma antigua estudiaban retórica, el arte de decir las cosas de la mejor forma posible, obligando al receptor a leer entre líneas qué hay de verdad entre todo lo que dices.
Bueno y también es un resumen de lo que las voces gritan dentro de mi cabeza cada vez más fuerte, como ahora mismo que estaban reclamando su pedacito de fama.

Este año ha sido un punto de inflexión en mi carrera (y tanto, justo el momento en que empecé a pensar en trabajar recogiendo estrellas de mar fuera del mundanal ruido).

He conocido un nuevo ámbito de trabajo en el que he desarrollado conocimientos adquiridos durante la realización del máster (ja,ja, he conocido a la Montaña Basura de los Fraguel, a la Administración Publica española, que apesta más a incompetencia y dejadez).

Por descender a un terreno más concreto, he realizado dos estudios de mercado (dile lo del control C control V que se va a descojonar), uno del vino como sector de gran potencial en Brasil y otro de equipamiento médico-hospitalar, en el que España ya está asentada como potencia (quien dice potencia, dice que vende bastoncillos de oidos y pocos, tú tranquilo que no se da cuenta el tío) en el mercado brasileño (lo gracioso los sectores!!! el vino señores, que aqui no toma nadie y los Patxis haciendo cuentas de uanto dinero van a ganar al comprar cada uno de los 180 millones de brasileños una de las botellitas de "Vinos de la Tierra de Teruel alto Don Benito": entonces son 180 m por...coño! a cuánto pongo yo mis botellas a esos indígenas en taparrabos. Voy a mandar una consulta a Icex).

Asimismo, realicé una nota sectorial de siderurgia, que vendría a ser la reducción ("tomese el estudio de mercado ya preparado y empiece a utilizar la tecla supr o delete dependiendo del teclado) de un estudio de mercado a los aspectos más relevantes en lo que a inversión se refiere, con ocasión de la celebración del III Foro de Inversiones Hispano Brasileiro que se celebró en la ciudad de Porto Alegre (pfffffffff, imagino que escondido en la página 18 del Cinco Días de un sábado de la semana de Navidad hubiera una reseña del evento que fracasó estrepitosamente. El colmo del surrealismo fue que se me estresó para hacer una nota del sector para el que al final andie se apuntó, eso sí venía aquella empresa unipersonal de tuning de ambulancias que tuvieron que cancelar porque me puse cabezón).

La resolución de consultas de empresarios españoles acerca de los sectores que la oficina comercial de Sao Paulo (consultas= que me hagas el trabajo, becario), junto a la realización de noticias de interés para exportadores y potenciales vienen a ser otro importante bloque de trabajo que desempeñé (extra, extra!!!! matadero de caprino en la esquina de Pernambuco busca masturbadores eléctricos para sus carneros).

Con ellas aprendí a ser metódico en cuanto a procedimiento se refiere (ahhhh, con el dios procedimiento hemos topado, la justifiación del sueldo de los integrantes fijos de la montaña Basura: esto tienes que imprimirlo 17 veces, en las horas pares del día, en impresoras orientadas hacia la Meca, introducirlo en Remedy, llamr a Madrid para decir que ya lo has hecho, enviartelo a tu correo personal de hotmail, reenviar a tus amigos con una encuesta de calidad anexada que han de responder y conseguir que sea firmado por todas las fruteras del Alcampo de las afueras de Talavera de la Reina).

Pero quizá la parte más relevante y que pienso más me ha aportado para un futuro profesional (??!!! hay que tenerlos cuadrados y bien templados para decir esto sin que se te escape la risa)ha sido la asistencia a reuniones con empresarios y asociaciones, que me ha enseñado mucho del día a día del comercio exterior (el 25% de los Patxis las prefieren rubias, el 35% siempre utilizarán alcohol para desinhibirse, el 99% sabe que en Brasil Viagra se vende sin receta médica y trae maleta casi vacía para llenar stocks...) Desde las impresiones de los importadores a las pretensiones de los exportadores (pretensiones? se dice caprichos y deseos imposibles subnormal), desde el sector público podía ver todos los vértices de la relación empresarial (y joder que no me gustaba ninguno). Ese know how (levanta la ceja en señal de pretensión, acuérdate de como lo hacía De Fe) probablemente me acompañará durante mi futura trayectoria profesional (como a Cristo le acompañó la Cruz en el calvario).

Únase a esto el pelo recién cortado, el traje limpio y planchado, el gesto decidido y la seguridad en la voz. Bueno si me fijo en los Patxis que han pasado por aqui sería, el pelo bien aplastado de quien no se duchó por si había mucho tráfico, el traje de cuando Franco era corneta con el nudo de la corbata lo más pequeño posible como si de una soga se tratase, la mirada perdida y vidriosa de quien lleva años haciendo negocios con el señor Johny Walker fundamentalmente y su esposa Gin y la voz quebrada de demasiados puros e infinitos cigarros durante dichas reuniones.

Entonces y sólo entonces ya se puede pronunciar órdago a grande, a chica, a los pares y al juego si lo llevan:
Entonces, señor empresario, me contrataría para la segunda fase con posibilidad de continuidad en el tiempo?

jueves, julio 13, 2006

Capítulo XXXIV: Ya Quisiéramos Ser Sherezade

Cuentan que Sherezade para evitar que el sultán con quien se había casado la matase, comenzó a contarle un cuento con la promesa de terminar la noche siguiente y que así estuvo 1000 noches enlazando historias hasta que el sultan cayó enamorado a sus pies y vivieron felices.

Las Mil y una Noches, salvando las distancias como de París a Tombuctú vamos, eso es lo que nos habíamos propuesto con este blog los 3 que por ahora en él participamos.

El problema es que las historias se nos acaban, perdón, corrijo, las historias que para todos los integrantes de este nuestro misterioso público tienen algo de común se nos están acabando. Y yo me debo a mi público y el cliente siempre tiene la razón pero a los olmos no hay que pedirles peras. Y últimamente parezco un olmo seco (mira cómo te plagio Machado, jódete).
La vieja del noveno tiene ya una edad para estos esfuerzos y la rumana obviamente entre el puesto ambulante y la oficina comercial no tiene tiempo de devanarse los sesos.

Nos empezamos a enfrentar al problema de la hoja en blanco, hablo por mi, se me ocurren muchas cosas sobre las que escrbir, pero me frena el hecho de que esas historias sólo me interesen a mi. Ya habréis visto qeu alguna se ha colado por allí, aunque más o menos todas podían ser extrapolables a algo que os rodea.

Al fin y al cabo, ¿quien no tiene un arlequín por ahí? Que le cambio la plaza.

Eso sí, me resisto a oir eso de "this train terminates here" que me sacaba de un plácido sueñecito en el metro de la isla de la lluvia y me indicaba que otra vez me había dormido borracho y me tenía que apear donde no era.
No quiero qeu este blog acabe aqui.

Asi que, amiguitos esto es un aviso para navegantes y avezados lectores: giro de timón a lo que aqui escribo para ser más libre, menos constreñido a la razón de ser de este blog, para poder seguir escribiendo.

A lo Marlon Brando en mi plena Rebelión a Bordo de mis captoras declaro que prefiero escribir algo fuera del universo del G que dejar morir esto que me entretiene. A partir de ahora voy a ser tan libre como Juan Salvador Gaviota con una borrachera de espanto, eso sí, para elegir los temas. INSUMISIÓN, INSUMISIÓN.

Y claro, también por el miedo de que me matéis si no consigo entreteneros. No sé si queda bien en un blog, pero como estoy en plena revuelta lo diré: JUAS, JUAS.

miércoles, julio 12, 2006

Capçitulo XXXIII: Torquemada Entra en Juego


Ha llegado la inspección al calabozo! Cada rincón ha de estar impoluto que ha entrado la Santa Inquisición por la puerta. Vamos qué miedo me entra! Ha llegado un inspector del Ministerio, desde España, para revisar a la Montaña Basura. Y todo tiene que estar impecable.

Así que el arlequín se ha pintado como una puerta, la pobre, es que es entrañable, el Consejero incluso ha venido hoy a trabajar, más majete, con lo poco que le gustan los lunes a él (bueno ni los martes, ni los miércoles), la analista se pasea para todas partes cargada de revistas, como adolescente con la carpeta forrada con sus ídolos, en pose de "cuánto trabajo tengo, es que no paro". Pulgarcito, mi jefe más directo, sí, lo sé, más escalafones aquí que en el ejército de Bismarck, es el más natural pero en su favor puedo decir que se ha abstenido durante toda la mañana de hacer sus doscientas llamadas personales a España para hablar de la envidia que le da esa sepia a la plancha que se está metiendo Conchi y de cuanto se alegra de hablar con Paqui (a la que había llamado hacía dos días, no sé, se alegrará con poco el hombre). El contable ha escondido la botella de ginebra que guarda en la nevera y si bien sigue rojo rojísimo con los capilares de la nariz hinchados, lo cierto es que nadie puede obligarle a hacer una cura de desintoxicación por una inspección rutinaria.

A nosotros se nos ha presentado a través de nuestra ubicación, que los muebles son más importantes que nosotros, a ver si lo dudabais, es decir, el arlequín ha conseguido emitir sonido a través de esa muralla de dientes pintados de blanco Titanlux diciendo "y esta es la zona donde se sientan los becarios".

"Los becarios", la casta de intocables, los parias, los destinados a trabajar para la Montaña Basura. El pobre inspector no se ha dado cuenta de la gravedad que entraña el mantener contacto físico con esos "los becarios", hemos arrebatado su pureza de espíritu, estrechando su mano ante la cara de profundo desconcierto y repugnancia de nuestro arlequín.

Su mano, renegrida que la tenía, como el resto del cuerpo, porque es inspector, integrante fijo de la Montaña, es decir, que se ha venido a gastos pagados una semana antes a Salvador de Bahía y se ha traído a la mujer.

Se ha traído también otra gran preocupación, una losa que mina su espíritu exultante: se le ha olvidado el cable para cargar la cámara digital. Y la tiene llena, por dios!!! quién le pone la pierna encima al inspector.

Sonrisa a lo Closeau, corbata anudada en forma de Patxi, cual soga fina finísima, su labor va a consistir en comer con el consejero hoy aquí y mañana allí y en adivinar cuál son las mejores tiendas para que la mujer lleve a su amiga Puchi las mejores esmeraldas del país. Porque en caso contrario, imaginaos el escándalo, la lacra social de la vuelta al país.

Nos hemos preparado a conciencia para la inspección, se sabía que iba a ser dura y hemos tenido que ordenar nuestras mesas, el recepcionista ha ordenado el armario de materiales (todos los bolis azules con los azules) y nada más: lo importante en la Montaña es que la basura esté ordenada.
Hormiguero que rezuma actividad, como egipcios construyendo las pirámides, así ha pasado la mañana: grandes actores son, sir Lawrence Olivier temblará en su tumba mientras ve como posibilidad que alguno de los integrantes del calabozo paulista le pueda arrebatar la fama.

lunes, julio 10, 2006

Capítulo XXXII: Cae la Tarde en Sao Paulo


Más bien el mediodía pero me da vergüenza confesar que me voy a comer a las 12 de la mañana del paraíso. La adaptación al medio es fundamental una vez que te vas al extranjero y en Sao Paulo la gente come a estas horas. Asi que el monstruo voraz que habita dentro de mí, se despierta a eso de las 11:30 de cada mañana para exigir el rancho de cada día. Como le tengo muy mal acostumbrado, no niuego ninguno de sus caprichos y a eso de las 12 con puntualidad británica, me levanto de mi sitio dispuesto a volver al mismo empachado.

Y entonces es cuando ves que ya no queda nadie: cuando entro a las 9 tengo muchos mensajes que leer, en 10 minutos los tengo que procesar y escupir veneno, a cada uno le asignan un papel y el mío fue éste tan gratificante. Los husos horarios nos han dado clases prácticas este año, podías conocerlos pero como no te afectaban te daban más o menos igual. Hoy en día, estoy separado por 5 horas de Europa, 6 en algunos casos y siempre salgo en desventaja. ¿Para qué correr si vas a llegar siempre el último?

Pues corro porque me da la gana y porque me lo paso como nadie, porque creo que trabajo basntates-demasiadas horas y como los habitantes de la Montaña Basura no atienden a razones, soy yo el que se establece el ritmo de trabajo. 8 horas dentro de mi calabozo dan para mucho asi que, con la connivencia de las jodidas horas, de 9 a 12 me dedico a ejercitar mi precisión en el ataque verbal, a mover el veneno de un lado a otro, que si lo deja quieto se emponzoña y te acaba por agriar. Con Noruega juego a los dardos como si de cirujano cerebral habláramos, tengo una hora para echarme unas risas, con Turquía continúa la incógnita, entre las clases de turco y qué sé yo que más, no tengo claro a qué hora sale. Y ahora Roma, a intentar quedar por encima, que no le gusta ni nada a la vieja del noveno, ha decidido aplicar a su vez el horario de verano de oficina, con lo que sale a mis desconcertantes 9:30.

El problema es cuando vuelves a la una: la hora de comida continúa, los brasis lo hacen todo despacio, el jeito brasileiro al que te aostumbras o te mata. Asi que aunque quieras trabajar no vas a poder empezar hasta más o menos las 2. Antes me acompañaba Bucarest hasta mis 3, pero tras el juego de manos que nos hicieron, quitándome el horario de verano para dárselo a los de Europa, resulta que ya no queda nadie.

Es la hora de la siesta, que para eso uno es de la Piel de Toro, del atontamiento, del estómago lleno que clama por algo qué hacer. Es además justo la hora en que Lorenzo,debilitado por el invierno se coloca en paralelo a la altura de la oficina y nos regala sus rayos para cokmplicarlo más, para tener que sorber de vez en cuando el hilillo de baba que cae por la comisura de tu boca.

Como oasis en el desierto, a veces aparecen mensajes y allí voy yo, gritando como bere-bere a lanzarme a por ellos. A veces espejismos, a veces auténticos vergeles que dan reposo en la batalla contra el aburrimiento.

Y llegan las 2, no sabes ni cómo has conseguido arrastrarte otro día duante esa hora en la que no oyes ni los latidos de tu corazón y ya podrías volver a trabajar, pero ya no apetece mucho. ¿Arrastrarte hasta las cinco? Juro que a veces me gustaría tener a Stalin de jefe para que me metiera 4 gritos, amenazádome con hacer desaparecer mi cuerpo en sus purgas si no me pongo a trabajar. Desafortunadamente tengo a una hispano brasileña que pronuncia mi nombre de una forma tan graciosa que creó la perdí el respeto el primer día.

Asi que cuando surgió el blog fue como cuando aparecen las pastillas en un adolescente aburrido: algo en lo que concentrarme, algo que tire de mi, como si estuviera en el pueblo y jugásemos a arrastrar la cuerda, del dios de la pereza. Como ser politoxicómano: un poco de blog, con un poco de leer el periódico, un par de noticias para ICEX, un provocar a mis compañeros por el corporativo para crear lo que tengo por la mañana y hasta las 5 Y MÁS ALLÁ!!!!

viernes, julio 07, 2006

Capítulo XXXI: El Puesto

El País, marzo de 2004 (se dice pronto). Cuadrito en las páginas sepia. Convocatoria de Becas ICEX 2005-2006. Un año en una Oficina Comercial de la Embajada de España en el extranjero. Más de cincuenta países (si me acordase de cuántos, lo diría…), dotación económica entre 20.000 y 48.000 euros. Máster en Comercio Exterior. Duración de 6 meses.

Mmmm… cinco años de carrera… si sumo seis meses de máster… buena formación. Vamos a intentarlo.

Me meto, me cuesta, no soy de económicas. Ufff,… no sé si llego. Llego. Optimizo. Quedo la última. Tengo beca. Bucarest. ¿Bucarest? Primeras reacciones de mis amigos: ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? Pero…no habías pedido eso, ¿no?. ¿Eso qué es, Rumanía? No te irás, ¿no?...

Me marcho. Adiós, mundo cruel. Aprende rumano, pasa el invierno, menudo escándalo de invierno. Dieciocho bajo cero (también se dice pronto). Cortes en el suministro de gas porque Ucrania y Rusia se enfurruñan. Y, digna escena de la Ley de Murphy, la calefacción de casa funciona con gas…

Llegan los primeros rayos de sol a la vez que voy haciéndome con el mercado rumano. Lo suficiente como para empezar a tomar decisiones, a traicionar a ICEX y abrir negocios por mi cuenta en mi país de acogida, a buscar nuevas fuentes de ingresos… decido abrir el puesto de bragas de segunda mano.

Es lo mejor que he hecho. ¡¡¡Qué descarga de adrenalina!!! Al salir de la Oficina Comercial indignada, después de comprobar con mis propios ojos cómo la Administración desperdicia recursos a un ritmo frenético, puedo abrir la caseta de metal verde medio desconchada, colocar el plástico negro sobre la plancha corrugada, meter la llave en la cerradura del armario, tirar de las puertas con los ojos bañados en lágrimas, sacar las bolsas del Carrefour (que en Rumanía es líder) llenas de bragas de perlé de segunda mano, colocarlas con mimo (volcando las bolsas agarrando de una esquina) sobre el plástico... me hago un moño, pongo los brazos en jarras y soy más YO que nunca.

Bragaaaaaaaaaaaaaaaaa, braaaagaaaaaaaaaa barata!!!!!!!!!!!

Baratito lo vendooooo!!!!!!!! Tengo lo que quiere usté, lo que bujjca!!!

Cómo vienen, sin costura, señora, pa que no le hagan variceeeeeees!!!!

Pa toas las tallas!!! Pa la niña, pa la Güela!!!! Con bujero, sin bujero!!!

Cómo viene!!! Cómo viene la moda en primavera!!!

Lunareeeee, colorine pa tó loj gustooooo!!!

Te via comprá una bragaaaaa, de abujeritooooo!!!!!!!!!!

Y pienso... ¿qué es poesía? Poesía eres tú, Rumana.

jueves, julio 06, 2006

Capítulo XXX:Habría Que Estar Loco


O ser muy tonto. Y ahora que no me lee nadie, lo confieso. Estaba empezando a dar por cerrada una etapa, casi dispuesto a sacrificar la cuarta parte de mi beca y dejarme arrastrar hasta finales de septiembre, como una botella de detergente en el Pinheiros, el río más contaminado que nunca vi.

He tenido que pararme a pensar, con lo que cuesta a veces y lo cómoda que es la inercia, estos días en la soledad de mi hogar, lo errado de la apreciación.
Empiezan los frenéticos intercambios de información y deseos para la segunda fase, las confirmaciones de vuelo de vuelta y de repente estás pensando cuántas cosas te has comprado para que la amable señorita del aeropuerto no te pegue un tirón de orejas.

Fue ayer cuando jugó y perdió España que salí y paseé por la Paulista, joder eso hay que verlo, la ciudad en su pura esencia y tú pequeñito, mirándola, efervescencia paulista para el niño que gusta de burbujitas.

Quedan 3 meses todavia, 90 días enteritos, llenos de posibles churrascos, cervejinhas frías en botecos inmundos, copazos en terrazas de hotelazos, muchas risas, una lista de bares interminable que conocer, brasileñas que me regalen los ojos con sambas endemoniadas. Alguien vendrá todavía a visitarme y me echará el pulso de convencerle que esta ciudad es una pasada y cuadrado no estoy, pero siempre gano ese lance. Y queda seguir con mis estudios empíricos de ingeniería financiera, para colar a Floripa por la cara en la lista de los visitados y admirados y pasearme por Ceará entre cocoteros y buen rollo.

Quedan millones de malandros a los que esquivar, taxistas que te cuenten su particular visión de Brasil, exaltaciones nacionalistas post futboleras, sonrisas cuando te oyen hablar con tu sotaque espanhol, cordialidad de extraños, visitas a mi Río de Janeiro a descubrir un poco más de la eterna rival de Sao Paulo.
Y queda la posibilidad de que si me aplico en la tarea, esta ciudad realmente me agarre de verdad como en una lambada cachonda y no me deje irme de ella, porque duela alejarme.
Queda exprimir esta ciudad hasta la última gota, para llevarme la esencia de esta ciudad y país que me acogió durante un año. Y no durante 9 meses. Para que cuando esté el año que viene donde quiera ser que acabe cierre los ojos y huela a Brasil, a lo bueno y a lo malo.

miércoles, julio 05, 2006

Capítulo XXIX: Como Un...


Como un chino menudo en uno de los bajos de una perpendicular de Fuencarral, tejiendo a toda velocidad para que nadie le denuncie a Inmigración y pueda dvolver su enorme deuda a la mafia que le trajo.

Como Kunta Kinte, antes de que le cortaran el pie, en los campos de algodón, con el sudor corriendo por sus mejillas y la espalda de Dámocles apuntando a su tobillo sin compasión ni miras.

Como un King Africa, presionado hasta el máximo para encontrar una nueva tortura que se convierta en nuevo hit del verano.

Como un bangolí, en las cocinas del infierno de Brick Lane del Londres más oscuro, cocinando Tikka massala con fruición para que sus dueños puedan ofrecerlo más barato a sus clientes de resaca un domingo.

Como una bulimica en una desenfrenada carrera al cuarto de baño para vomitar todo lo que ingirió antes de que se pegue a las paredes de su escualido estómago.

Como un desdichado mileurista en una consultora, condenado a afrontar la posibilidad de irse a la calle si el trabajo no está bien hecho o a no oler la comisión si fue todo un éxito.

Asi es como me tienen mis dos compañeras de blog, erigidas en el capital que exprimen al pobre proletario, al plumilla humilde que trabaja sin cesar, delante de su lámpara de aceite otra noche hasta que despunte el alba. Esclavizado, vilipendiado, humillado, convertido en simple maquinaria que escupe posts por lo que pueda pasar.

Eso sí, sin promesa de un final feliz, ni trazo de libertad, ni augurio de futuro éxito.

Menos mal que no soy de quejarme!!! De hecho, mi vena masoquista se agranda por momentos y padezco un cuadro clínico de meridiana claridad:

Me llamo sanpaulista y tengo síndrome de Estocolmo hacia mis proclamadas dueñas. Cuando me hicieron preso de este blog, me dieron las alas que no encontraba desde que decidí por cabezonería tirar las viejas por el acantilado del G. Allí estaban ellas en aquella roca que parecía lejana, sonriendo por primera y última vez invitándome a bajar a los infiernos.

Me maltratan, me pegan, me exigen y me demandan sin cesar y lo único que se me ocurre decir es: GRACIAS.

martes, julio 04, 2006

Capítulo XXVIII: Necroporra


Jóvenes aunque sobradamente preparados. Inquietos, activos, proactivos. Amantes de la vida, viajeros con los ojos abiertos de par en par. Estudiantes, con más o menos opacos objetivos. Amables, risueños, repletos de ganas, de ganas de todo. Admiradores y admirados. Mirones, protagonistas, reyes de la pista y público de palco.

Capaces de hablar de economía de alto copete, de política internacional, dando opinión sobre temas de actualidad (como dijo el gran Forges, “aquí puede decir su gilipollez relativa a la independencia de Montenegro”), comunicándonos con acrónimos imposibles fuera de un entorno elitista (BEI, BERD, CAF, FAO, UFO, FIFA, DDORF, ...) pero con sorprendente capacidad para poner rápidamente los pies en el suelo y disfrutar disfrazados de torticampistas o de llorar (¿lloramos?) al ver a Raúl volviendo a casa con una espantosa corbata verde manzana.

Las conversaciones más interesantes despiertan en nosotros a la bicha, sacamos nuestras armas y nos convertimos en la élite. Pero, no nos engañemos. Somos humanos. Somos puro instinto. También con nosotros funciona aquello de “mal de muchos...” y, el que diga que no, que busque en su gmail la palabra NECROPORRA.

Ah, migos... qué día de conversaciones. La Necroporra. La porra de la muerte. No nos llevemos las manos a la cabeza, es así de duro. Cómo entramos todos al trapo. Cómo nos reímos cada uno frente a su monitor. Cómo propusimos tópicos, nombres, puntuaciones. Cómo nos negamos a que “valiese” aquel tan enfermo, que no podía considerarse ni si quiera reintegro, no podía puntuar.

Primera regla: famosos internacionales.
Segunda regla: sin enfermedades conocidas.

Con mucha clase, utilizando alta tecnología EXCEL para elaborar un cuadro sobre el que apostar. Valores medios de cada apuesta. Razonamientos macabros sobre la peligrosidad o no de ser piloto de 250 c.c., o cantante. Estudios de probabilidad dignos de Bill Gates. Medias, medianas, modas, varianzas... todo dispuesto para hacerlo de una forma limpia, para que se pueda comer encima del tétrico cuadro.

Trapo rojo al que entramos todos, con la risa esquizofrénica y el eco de la guadaña.

Duro, ¿eh? Aprender a reírnos del final. Del fondo, lo negro, lo desconocido, de eso que hace que la vida no tenga mucho sentido a veces... qué más se le puede pedir a la élite!!!

domingo, julio 02, 2006

Capítulo XXVII: Cosas Que Nunca Te Dije



Querido Arlequín, han pasado 8 meses desde que nos conocimos, quizá un poco más pero la precisión nunca fue uno de tus fuertes, como muchas otras cosas, así que a quién le importa.

Quiero aprovechar este escenario improvisado para gritar a los 4 vientos las cosas que nunca te dije, en parte por inteligencia, que alguno de los dos tenía que ponerla, en parte por respeto, que uno comulga con aquella idea budista de no aplastar ni a una mosca, por molesta que ésta sea.

Jamás me había acercado tanto al Mundo del Absurdo y eso he de agradecértelo, me cogiste de la mano y me llevaste, como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas a un mundo desconocido donde todo era distinto y leyes ininteligibles reinaban en el caos.

Tu estridencia en las risas y en la combinación de colores era presagio de lo que se avecinaba, aviso para navegantes de que si por ti fuera, arrastrarías a la miseria en la que vives a cualquier mortal. Esas risas me persiguen por la noche cuando intento dormirme, como las piezas del Tetris lo hacían antes cuando estaba enganchado. Sólo que de ti no estoy enganchado, de ti estoy asqueado, aun así te observo como la gente que ve telebasura sabiendo que es casquería, con desprecio pero sin poder apartar la mirada. Fascinado ante la bajeza de espíritu y la vileza del ser. Hija de la suerte, entre otras “hijas de” que me vienen a la mente cuando pienso en ti, cuando sé que cada mes ingresas 8.000 dólares en tu cuenta corriente, única aspecto de tu vida que derrocha algo que no sea mala baba.

Pero quiero perder el tiempo, porque eso lo aprendí de ti, en pararme a describir tus atuendos: en los últimos meses nos has venido sorprendiendo con monos de solo de un color, nunca discreto, eso te lo concederé, enfundada en un gran cinturón, igualito que los trapecistas rusos del Circo del Sol, probablemente previendo la posibilidad de acabar tus innumerables volteretas de payaso abriendo los brazos, esperando esa ovación que nunca va a llegar.
Yo te prefería con tu falda de calippo, de mil colores, como los Rainbow brights, aquelos ponys estúpidos con mirada vacía. Te hacían mucho más ostiable, encontraban para ti una función después de tantos años buscando. Y los zapatos de plástico que sólo tú, en tu interminable caminar por el mundo buscando alma gemela podías encontrar. Los zapatos!!! Ay esos sí que eran mi fetiche, sobre todo cuando me imaginaba con mis doctor Martens con punta de acero, acercándome a tu cabeza. Sonando "Singing in the Rain", qué coreografía estilo La Naranja Mecánica hubieran hecho mis piernas y tu cabecita hueca. Si Stanley Kubrick siguiera vivo!

Tu trabajo te llenaba como el aire lo hace a un globo, te llenaba de vacío como tus funciones en la oficina y tu vida social. Tu espalda completamente recta, sin apoyar en el respaldo de la silla, en plena tensión, mientras tu hueca mirada se clavaba en la pantalla, sin teclear nunca, agarrada al ratón pero sin utilizarlo, como quien se agarra a un asidero en un taxi que va demasiado rápido. Tu mayor preocupación, esa de estar pendiente del reloj por la mañana y a las 5, para que nadie se escape antes, para hacer bueno eso de “mal de muchos consuelo de tontos”.

Entre mis habilidades sociales, ahora podré poner en mi CV aquella de torear a mi jefe, ignorando el hecho de que no entiende una palabra de lo que estoy diciendo. Sin caer en paternalismos, hablando a ratos muy despacio y con palabras básicas, a ratos todo lo rápido y complejo que puedo para verte perdida, para ver cómo te agazapas contra la pared suplicando clemencia con tu mirada.

El Mundial de fútbol te trajo otra feliz misión, a ti profeta de la miseria, la de prohibir asistir a algunos partidos y permitir salir sólo dos minutos antes de alguno de los de España. Cuán importante te sentiste, cuán gran demostración del peligro de dar a un tonto poder. Porque ver como el Consejero te ha apartado de cualquier acto social, por vergüenza ajena, te ha dolido, no poder emplear tus estúpidas volteretas y tus sonrisas prefabricadas delante de nuevas víctimas no ha sido plato de gusto para ti, verdad?. Por eso te fuiste de vacaciones.

Y qué diferente eras a todo el mundo cuando volvías de vacaciones: tú no volvías llena de energía, ni sufrías de depresión post-vacacional, no, tú venías llena de veneno, de vinagre que desayunabas sola todas las mañanas porque ahí te enfrentabas a la triste realidad, de ésa de la que te alejas, pasando muchas horas en la oficina aunque sea sin hacer nada. “La Soledad y Yo”, el epitafio que quiero elegir para ti.
En fin, querido arlequín, has sido accidente en mi vida pero eres realidad en la tuya. En el fondo, te compadezco.

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