El Puntito del G

viernes, junio 30, 2006

Capítulo XXVI: Los Días Moscosos.


Esta expresión, que, siendo cuasi-funcionarios, debería hacernos pensar en hamacas y cocoteros, toma otro cariz en el Puntito del G.

Sobrina del Ministro Moscoso, el dadivoso, que dio vacaciones al personal de la Administración Pública Española, Mosco, Mojjjjco, Moscosa, o la Turca es más que eso. Aunque ella no se entere.

Ankara se ha vestido de lunares de colores este invierno. Viviendo en pecado, con robo incluido en las primeras semanas de beca, las preguntas irracionales, los comentarios suspicaces (por los ojos que los leían más que por la intención de quien los escribió), y las expresiones más absurdas se han sucedido día tras día, sin descanso, sin días moscosos. Así, ha dejado una huella con forma de payaso en el gmail de la que todos hemos sido testigos y que a nadie le han pasado inadvertidos.

La recopilación es imposible porque la productividad de esta chica es inabarcable, pero había que jugársela, escoger uno, un solo correo, de un día cualquiera, a una hora cualquiera. Ha sido difícil, pero aquí está. A la pregunta de “¿Pero no eres feliz con tu marido?”, la respuesta es apoteósica... sin cambiar ni una letra... y sin poner una sola tilde... Moscoso en esencia...

con el palillo entre los dientes, camiseta sin mangas y con los pelos del pecho y sobaquiño asomando...
yo mientras con mi suegra, en un piso de 30 m2 donde vivimos mis sugros, la abuela de mi marido, el hermano de mi marido con sindrome de dawn y mis cinco hijos... todos con moquillos colgando..
a todo esto yo estoy embarazada de trillizos, he engordado 40 kg. y luzco un vestido de telilla barata con floripondios, los rulos en la cabeza y liada con el plumero limpiando las fotos de comunion de mis churumbeles todos vestidos de blanco y con coronas de flores...
mi marido sube del bar, su aliento con olor a carajillo, se sienta en el sofá, me pide que le acerque sus zapatilas de casa, y un whiskazo, yo con mi barrigon de trillizos me inclino por debajo de la cama, mano en rillones buscando las zapatillas roñosas..
a todo esto mi hijo de 14 años ha dejado el colegio y se dedica a fumar porros en el cuarto, pincharse heroina y tocar la bateria, y mira que la toca mal el cabrón...
mi hija, la de 13, se ha echado un novio de 35, que le toca el culo y las tetas cuando viene a ver la tele... se apoltrona en el sillon y pide cervezas.. de vez en cuando eructa.. mi marido se rie, y se tira varios pedos... mi hija se vuelve loca de amor y decide darle un muerdo...
ahora llega la hora de limpiarle la caca y pis a mi suegro, y luego darle el baño al hermano con sindrome de dawn
a todo esto mi suegra es una arpia, alocholica qeu se bebe chupitos de anis nada mas levantarse de la cama... no sale de casa y se pasa el dia diciendome qeu trato muy mal a su hijo, y que seguro que los trillizos no son mios...
Cuando llega la noche, mi marido me echa medio polvo, se qeuda dormido a la mitad, su barriga y mi barriga se han hecho incompatibles, creo qeu su peso llega ultimamente a los 120..

PERO QEU COÑO! QUE FELIZ SOY CON MI FAMILIA Y MI MARIDO.. NO LO CAMBIARIA POR NADA EN EL MUNDO!

jueves, junio 29, 2006

Capítulo XXV: ¿No sabes qué hace este verano? Pon un cosmotest en tu vida...

Lo has oído decir mil veces, a tus amigas, a tus vecinas, a tu perro, pero aún no tienes claro qué es exactamente un cosmotest?
Piensas que un test es un extraño animal que no se encuentra en las tiendas de firma?
Cuando ves una pregunta con una serie de respuestas entre las que puedes elegir, te tiemblan las piernas, e inmediatamente debes relajarte pensando en cómo cazar al hombre de tu vida? No te preocupes, hemos pensado en cómo hacerte la vida más fácil. Aquí tienes las seis reglas de oro del cosmotest.
  • Primero, para elaborar un buen cosmotest, debes tener una buena pregunta. Da igual que sea rubia morena, alta, bajita, capciosa, retórica, vale todo... excepto las yes no questions, que están bastante out a estas alturas de la vida.
¿pro que la gente en el messenger pone frases que nadie entendemos cuando se supone que va dirigido a nosotros? (Pregunta propuesta por Ankara, aunque no había ninguna duda...)
  • Segundo, también debes tener la respuesta correcta! La respuesta correcta siempre estará relacionada con la pregunta, aunque a veces, si no la sabías de antes, pueda parecer lo contrario. De todas formas, no te preocupes, porque igual es demasiado complicado y sería más fácil sólo echarte a tomar el sol (si puedes dados el clima y la situación atmosférica de tu lugar de residencia, por no hablar de las horas de sol)
¿Por qué Oslo está tan obsesionado con mi peso (Sao Paulo)?
a) porque tras numerosas palizas de Ingas desbocadas ha decidido cambiar de acera
b) porque se está intoxicando al comer nieve con la esperanza de que entre ella haya restos de comida
c) porque quiere que engorde para dar rienda suelta a su nuevo hobby cuando me vuelva a ver: apalear a focas, deporte nacional del país de la noche
d) porque tiene envidia de que cuando a mi me quedan 3 cigarros en una cajetilla los tiro para comprar otra y no cargar con las 2 en mis bolsillos (un euro Oslo, un euro, Marlboro)
  • Tercero, un buen cosmotest incluye siempre una respuesta comodín, del tipo: "d) soy una chica cosmo y a mi estas cosas no me importan". Y si no las incluye, es incluso posible que aprendas algo con él! Ten presente que eso no puede ser bueno, al hombre de tu vida seguramente no le interesará que sepas más que él, sino que estés calladita o te vayas de compras cuando él esté ocupado
¿Cuál es la diferencia entre esta foto y el Paolista?
a) La cantidad de pelo (a propuesta de Bucarest).
b) El color de la camiseta, el Paolista la lleva amarilla.
c) La pierna, el Paolista es zurdo.
d) No lo sé y me estoy estresando, me voy a hacerme la manicura.
  • Cuarto, necesitas un objetivo. Puede parecer lo contrario, pero en realidad toda esa serie de preguntas y respuestas quieren decir algo más. Incluso aunque no respondas el cosmotest que leas, lo más probable es que esté pensado para dejar claro que alguien ha dicho una tontería, se ha pasado de listo, o ha contado en el foro algún detalle de su vida que puede ser objeto de mofa... por ejemplo:
¿Por qué Roma hizo ese test?
a) porque la eterna lluvia de la sucia ciudad (o era la sucia lluvia de la ciudad eterna??) le impide salir y se aburre
b) porque el reflejo de su chandal naranja chillón con el que va sale por las noches le está haciendo entrar en delirio
c) porque Cosmo es lo mejor que ocurrió en su vida, se siente tan identificada que pensó que ella también podía colaborar
d) porque incluso ella se aburre de hablar del tiempo, conversación típica de gente que no tiene nada más que decir.
  • Quinta. Si cuando leas un cosmotest se refiere a tí, y no te gustan las respuestas, siempre puedes añadir nuevas variantes, aunque nadie ha dicho que te vayan a hacer caso los demás integrantes del foro...
¿Por qué Bucarest dejó de trabajar en el puesto de verduras??
a) porque pensó que Producciones Mal Gusto sería un éxito internacional
b) porque no se la veía en el mostrador y la gente no compraba en su puesto
c) porque era tan zafia que hasta para decir gracias ofendía a los clientes
d) lo abandonó porque tras ver David el Gnomo, ella también pensó que bajo un árbol sería feliz

  • Sexta, cuidado con los cosmotests retorcidos que en realidad incluyen un concurso de absurdos... probablemente te reirás, se te correrá el rimmel, cuando corras al baño a limpiarte la cara, te tropezarás con el hombre de tu vida, con el hombre de la vida de tu mejor amiga y con tu jefe, tirándole el café encima a este último y te echarán de la oficina.
¿Por qué mi ciudad de adopción tiene todas las calles llenas de listones rojiblancos apoyados a las fachadas de los que cuelgan unas tiras blancas?
a) para poder montar terracitas monísimas como las de Roma.
b) para agarrarte a ellos y no patinar con toda esa nieve que sale.
c) Para que te agarres cuando te resbalas, y puedas parecer un gimnasta haciendo el ejercicio de asimétricas.
d) para, si estás muy delgado, y viene viento que no te lleve.
e) para indicar el camino cuando está nevado a todos los borrachos que hay por la calle.
Y la respuesta correcta es... hasta aquí puedo leer!!!

martes, junio 27, 2006

Capítulo XXIV: O Jogo Bonito

Ayer me sorprendí a mi mismo escribiendo acerca de Economía. Hoy va de fútbol, las voces van tomando más poder sobre mi: Alguien voló sobre el nido del cucu.
Pero es que estmaos en Brasil, señores y está jugando la selección. Calma total, aparentemente. Las calles desiertas, las tiendas cerradas, sin transporte público, modificando cualquier rutina por importante que esta sea. Mal momento para que te dé un ataque al corazón, eso com certeça.

El silencio de las calles desiertas solo se rompe de repente con un UUUUUYYYYYY, por lo demás es una ciudad después de un holocausto bacteriológico: con sus edificios en pie pero ni un alma en la calle. Es como una fiesta sorpresa donde los invitados están escondidos. Y a nadie se le pasa por la cabeza aprovechar el placer de conducir en una ciudad que soporta más de 7 millones de coches a placer.

El fútbol es más importante: si el presidente muriese probablemente no habría luto nacional y parón en la actividad del motor de Brasil y de prácticamente todo Sudamérica pero estamos hablando del Fútbol con mayúsculas, semi Dios en este país de las mil religiones y cultos. Aquí, los mismísimos presidentes de las empresas, mandan circulares informando a sus empleados de que las empresas cerrarán a la 1 o a ls 12 o simplemente que no se molesten en venir por razón de la Copa.
Faltan las bolas que corrían por los espagueti western que se rodaban en Almería para ponerte más en situación.

Y hoy es Japón y Brasil ya está clasificado pero da igual: en este sistema desigual por naturaleza, donde las limpiadoras de mi edificio se isntalan en el último peldaño, incluso ellas consiguen acabar tres horas antes su trabajo para llegar hasta sus muy lejanas casas para ver el partido. Por la mañana ya te cruzas con ella con el pañuelo en la cabeza de la bandera de Brasil. El Orden y el Progreso paralizado. De hecho si vas a un bar vas a ver el partido, no tendrás tanta suerte de tomarte una cerveza porque aquí el futbol es democracia, nadie tiene que trabajar durante el partido. Que sea Japón le da una nueva dosis de morbo al haber en la ciudad más de un millón de japoneses, la mayor comunidad del Imperio del Sol fuera de las islas niponas.

Donde trabajo, en las dos zonas de restaurantes, Sony ha instalado tantas patallas orientadas a distintos puntos que es imposible encontrar un punto ciego donde no lo veas. Los taxis con sus mini teles en blanco y negro y las radios atronando, simplemente se niegan a llevarte por si pierden la señal de televisión.

El fútbol es fiesta, puede que acabe en drama pero ellos no lo entienden: ni un mal gesto, ni violencia ni un “arbitro cabrón”. Aquí se aplaude cuando empieza el partido y se pierden los nervios cuando se pasa del medio campo. Cuando se marca gol, que comience el show de la torcida feliz: se aplaude y grita como si fuese la última vez que estás autorizado a hacerlo, pero se vuelve a aplaudir en la repetición, en la imagen que muestra al entrenador salir del banquillo y en la que enseña la felicidad del propio banquillo.

Cuando se pita el descanso, se oye en las teles eso de “Está Na Globo, está na Copa” que da paso a más fiesta. Hay que gastar las toneladas de petardos, bengalas, bocinas que durante este mes se han vendido en Brasil. Y la gente sale a sus terrazas a asomarse con su bandera de Brasil.
En fin, Brasil 1-4 y la ciudad se va a caer abajoooo. Sólo quería compartirlo con vosotros.

lunes, junio 26, 2006

Capítulo XXIII: Frikonomics


Se podría titular Economics for dummies, pero somos de la élite y no estoy por la labor de menospreciar mi valía.
Confieso que a mi la Economía no me daba ni frío ni calor, ni siquiera me dio nunca por jugar a la Bolsa como un broker que sólo puede cabrearse consigo mismo enfrente del espejo. Yo soy de letras, en mi pasado y en mi espíritu y bastante tortura fue la fase I en Alcalá Ceco como para tener un buen recuerdo de la materia. Cuando en febrero había pasado fugaz como un rayo la asignatura de marras, me prometí quemar los apuntes y olvidarme de ellos por siempre. Y al que me nombrara a Smith o a Keynes le arrancaba los ojos.
La vida te da sorpresas en el momento más inesperado: llegué a Brasil levantando la ceja izquierda mientras escuchaba al becario de inversiones hablar de Economía. Diossssss qué aburrimiento es esto! Dos semanas después de que llegara todos los días a sentarme en el mismo puesto de mi oficina, una de las primeras páginas que abría era Invertia para ver la cotización del real.

Segunda confesión: me enganché. Más que nada porque mi sueldo iba en ello: los dineros que ICEX me proveía eran un acordeón que algún cabrón que dominaba mi vida se dedicaba a tocar con fruición: ahora más, ahora menos. Ahora mi casa me cuesta más, ahora menos. Ahora estoy eufórico, ahora rebusco entre las pertenencias del anterior precario para ver si guardaba estampitas de santos a los que encomendarme.
Esquizofrénico, bipolar, llamadlo como queráis, invertia.com era el termómetro que medía mi locura.

Soy rico, soy pobre, estoy de buen humor, estoy que ladro, miraba hacia mi derecha, hacia el despacho del arlequín que tengo por jefa y veía mi futuro, clavando las uñas contra la mesa, sorbiendo té compulsivamente y arrancándome en ataques de ira, para evitar que me calzaran la camisa de fuerza.

Rápidamente aquello progresaba y se convertía no sólo en obsesión sino en tema de conversación habitual entre los becarios. Uhmmm, la cotización de las commodities está muy alta, malas noticias chicos, el riesgo país ha bajado...ay el dólar que se va por el barranquillo, tranquilo que los tipos de interés vana subir en Europa.

Porque claro, la Economía dejaba de ser un totem y un tabú, había que coger el toro por los cuernos y si eso iba a influenciar mi vida tenía que entenderlo. Google para arriba, google para abajo, estudios de perspectivas del BBVA para la moneda, atento a crisis políticas que desmoranaran la moneda brasi.
Y la mala baba y la codicia ojalá se hunda el país y el remordimiento de si aun así vivo de lujo, contrólate.

No se puede decir que no lo intentara abarcar desde muchas perspectivas pero sin duda el mejor era uno de mis compañeros que preguntó a todos por separado el secreto de las leyes económicas reducidas en una frase.

Es un conjunto de factores, entre ellos...No,no, pero por qué exactamente? Como el niño del hoyo en la playa donde pretendía meter todo el agua del mar. Mezcla de compasión y desprecio ante la simpleza del esquema.

Tercera confesión: el toro resbalaba por todas partes, las astas que pretendía agarrar debían estar llenas de aceite porque confieso que a día de hoy, no entiendo nada de Economía mundial y divisas.

Y qué queréis que os diga? Me da igual. Prefiero ser el yogi mirando el Ganges, que ve la vida pasar que el estresado occidental que se desquicia por no poder aprehender el sentido de la vida. Sin preguntas, sin tensiones, sin preocupaciones.
Cual liberalista económico: laissez faire, laissez passer.
Uhmmmmm, qué paz

jueves, junio 22, 2006

Capítulo XXII: El Gemeil


Las múltiples sorpresas que nos hemos llevado este año gracias al correo van desde los mensajes ininteligibles de Ankara (que, como el perro del hortelano, ni come ni deja comer, en una especie de sentimiento solidario del tipo “ya que yo no me entero de la mitad de las cosas, que los demás disfruten de esta sensación de vivir en una burbuja, al menos durante un momento”), hasta las fotos de camiones volcados, coches blindados tiroteados o arqueros en la puerta de casa de Lagos, ceremonias de los Óscar en vivo y casi en directo, intentos de robo en taxis en El Cairo (que con sorprendente diligencia y un par de *** salvó nuestra corresponsal), viajes del IMSERSO a Las Islas, valijas diplomáticas para combatir la Ley Seca en Alemania, puestas de sol y otras fotos indescriptibles y no tan bucólicas en Oslo, desde donde salían gorrinos a ver mundo y a aprender el arte del jamón, carnavales llenos de color en Río, cortes informativos por parte del régimen en Pekín y Shangai, exóticas fotos de la Patagonia, frases maestras como “los uruguayos, cuando no sabemos algo, nos lo inventamos”, cameos de la élite al correo desde la CAF, mensajes globales desde la Madre Rusia poniendo de ajo perejil a los expatriados en Dubai, e incluso toques de corneta en Seúl a las siete de la mañana con un frío de mil demonios.

La idea era buena. Recopilar éstas y otras historias desde todos los rincones del mundo para crear una página web, dejar constancia de nuestra personal visión de este año. Con todos los que somos, no parece una tarea muy complicada. Pero, oh, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... como en todo lo bonito, siempre hacen falta dos cosas: la primera, al menos una mujer impulsando el proyecto; la segunda, un compromiso mínimo por parte de todos.

A pesar de la decadencia, el avance tecnológico llegó de la mano de Roma. Y llegó con muchas ganas e ilusión. La búsqueda del servidor, los temas de la página, peticiones de enlaces a noticias, recopilaciones de fotos... montones de buenas ideas que quedarían encabezadas por una particular danza del vientre turca, enviada en un “renuncio” de Ankara.

Empezó Roma contando con todos los de la lista de correo. Cada uno, una labor, como las tripulaciones de los barcos. Tú el ancla, tú la vela mayor, tú los cabos, el timón. Y tú sólo tienes que mirar. Estás acostumbrado, no te cuesta nada. Basta con entrar cada día en la página para que no nos la cierren. ¿Es pedir demasiado? Da lo mismo, lo recuerdo cada día. Pongo el enlace en vuestras pantallas, no hace falta ni siquiera que lo busquéis, que lo añadáis a vuestros favoritos. Así se las ponían a Fernando VII. Ni con esas. Imposible. Demasiada carga. Demasiado compromiso. No somos suficiente gente. Somos la élite, estamos para hacer cosas más importantes. La página web es una fantástica idea, pero no se nos puede pedir que además colaboremos. Me pregunto si a estas alturas ya nos la habrán cerrado. No tengo internet en casa, así que no podré saberlo hasta el lunes. Tengo cierta curiosidad, la verdad. Aunque es cierto que también me imagino la respuesta.

Se hundió en el olvido el proyecto romano. Como en todas las utopías, el ser humano termina por demostrar que es imposible involucrar a nadie que no esté dispuesto a asumir cierta responsabilidad, aunque ésta se reduzca simplemente a dedicar un minuto de nuestro tiempo.

La idea del blog surgió como una especie de tirita para ese plan que se partió. Tiritas pa este corazón partío.

Roma no ha perdido la ilusión en la idea de dejar una pequeña huella en eso que ella define como algo fascinante, en internet. Personalmente, he de decir que la ciudad eterna me ha contagiado esa ilusión por la red, algo que sinceramente agradezco.

Y de esa idea, después de la desidia mostrada por todos (por mí la primera, que no entraba en “el gemeil” ni atada), nació “El puntito del G”.

¿Por qué no intentarlo nosotras? No será nada fácil, Roma, pero si hacemos algo divertido, algo en lo que los demás puedan participar pero que pueda crecer un poco más independiente que la página web, si conseguimos que todo el mundo se sienta incluido, si contamos desde dentro lo que hemos visto en el correo, si vamos poco a poco recordando este año, a lo mejor lentamente, con calma, conseguimos dejar esa pequeña huella, ese recuerdo. ¿Qué te parece? Como esperaba, más ilusión en la respuesta. ¡Claro!

De ahí, de otra aburrida mañana en Bucarest, se fue perfilando la forma del Puntito del G. Como reclamo publicitario, y más que eso, como colaboración estelar del blog, la presencia de Sao Paulo. Letras afiladas para un blog de democracia griega. El punto discordante, la soberbia, el pataleo, la inconformidad de un Santo en huelga de celo pero con unas ganas terribles de escribir.

Empieza El Puntito del G. Nacimiento rápido, muy precipitado (menos de 24 horas de gestación, que lo sepan ustedes), hijo de una pareja de féminas a las que pronto se sumará un padre putativo, o el hijo pródigo, como quieran ustedes verlo.

Producción masiva de posts. Discusión a tres bandas Roma-Sao Paulo-Bucarest. Eso no se puede decir. Eso es una barbaridad. Y después de contar las dichas y desdichas del máster, ¿sobre qué podemos escribir? Ayer escribí esto, ¿podeís echarle un vistazo, a ver si os gusta? ¡¡¡Extra, extra, he guardado un borrador!!! Avanza. Los tres involucrados. Y saltan las ganas de los demás de escribir, de participar.

La comunicación Lagos-Bucarest se intensifica esos días. Un canto que se difunde ligeramente. Yo también quiero participar.

Y es ahora cuando llego a lo que desde que empecé este post, quería decir. Creo que no nos hemos negado ninguno a la participación de nadie en el blog. Es cierto que de momento, sólo estas tres ciudades han publicado escritos en la página. Pero creo que es necesario, que es importante intentar exponer mi idea (ahora hablo por mí, por supuesto) acerca de lo que es el blog.

Estaría encantada de poder publicar muchas más cosas, firmadas por cualquiera que quisiera escribir. Creo que en la lista de correo de cada día (unos días más y otros menos) somos unas 23 personas. Y estoy convencida de que todos tenemos mucho que contar. Lógicamente, no se puede obligar a nadie a escribir. Pero no confundamos esto con no dejar escribir. Es muy distinto. Y tampoco quisiera que se interpretase este mensaje como un reproche. Más que eso, es un poco de tristeza.

En el blog, al que además sé que entra mucha más gente de la que hace comentarios, hay un enlace a un mapamundi en el que cada uno podía colocarse con un simple clic. Se pone uno sobre el país en el que está, se pone un nombre y un mensaje de unas 15 letras, y queda un muñequillo en la pantalla. Una simple prueba de voluntad. De los veintipico de la lista, creo que no llegamos a ocho muñecos en el mapa. Los mismos de siempre.

Y no se queda ahí. Teníamos la idea de hacer un post sobre la llegada de cada uno. Un intento de implicar a todos en el blog, de que cada uno contase su primera impresión en destino. Al final, se ha quedado en una copia de los correos del primer mes, en los que cada uno contaba cómo había sido su aterrizaje en Sebastopol, en la Conchinchina o en Laos.

Y no se trata de que cada día se diga lo maravilloso que es el blog. Puede parecerte una patata y puedes pensar que es una pérdida de tiempo de tres aburridos que tienen poco que hacer. Quizá me he puesto un poco estupenda con este tema, pero creo que es fácil entender que ni Roma, ni Sao Paulo ni Bucarest ganan nada con esto y que a todo el mundo le gusta que se le muestre cierta gratitud o, incluso, ingratitud. Que se le muestre algo, vaya. Que nuestro tiempo no vale menos que el de los demás, que no nos gusta a ninguno perderlo. Que me cuesta creer que las únicas oficinas a las que les sobran cinco minutos diarios sean Oslo, Ankara y Lagos; que no son oficinas virtuales, que pueden perder su valioso tiempo en leer lo que unos compañeros han escrito y en hacer un comentario, en decir “esta boca es mía”, en mostrar un poco de interés por mantener algo que es sólo nuestro.

Y que, repito, como dije en su momento, el que quiera contar lo que sea en el blog, tiene dos caminos: o los comentarios (somos la élite y somos capaces de descifrar esas letras distorsionadas que se piden para publicar los comentarios), o mandar a cualquiera de los tres lo que se haya escrito, para que se publique. Que aquí no se ha vetado a nadie. Eso lo hacemos cada uno de nosotros solitos.

En cualquier caso, debe quedar claro que esto lo hacemos porque nos divierte y porque hay un millón de cosas que compartimos entre todos nosotros, a pesar de lo diferentes que somos. LEÑE.

miércoles, junio 21, 2006

Capítulo XXI: Llegadas I: La ciudad eterna

Cuando leí Roma en la lista de los destinos, se me asentó el estómago de una santa vez, después de haberlo tenido quince días dando saltos como un loco. Cuando, ya estando de vacaciones me reconfirmaron que pasaría un año en la Ciudad Eterna, rápidamente me imaginé al sol, con un motorino dando vueltas al Colosseo (posiblemente, sin esquivar a los turistas). Nada más lejos de la realidad.
Llegué a Roma después de una estresantísima última semana, habiendo hecho y deshecho la maleta tres veces (pero como pretendes meter todo un año en una maleta??) y habiendo sonreído todo lo sonreíble a las diversas azafatas para que no me pusieran problemas con el peso (obviously and utterly excesivo) de los bultos. Afortunadamente no lo hicieron (paga Iberia, me dijo una de ellas, qué mona), y ahí se acabó mi fortuna. En el trayecto León Madrid, turbulencias de las de pánico en la película de turno; y en el Madrid-Roma retraso. Llegar a la ciudad eterna con retraso es una de las peores (y más habituales) cosas que te pueden pasar, porque los de las maletas, que también tienen familia, se han ido a su casa a contarles cuentos a los niños antes de que se duerman, y hay un solo tipo para descargar las maletas, que, si llegan, salen más de media hora después que el avión.
Cuando ya comenzaba a desesperarme, me puse a mirar por las ventanas de la terminal, y pensé, vaya día para llegar, llueve... a las once y pico de la noche, logré salir con mis maletas y empecé a defenderme con uñas y dientes de los vampíricos taxistas de Fiumicino, que te gritan: el tren te va a costar lo mismo! Y me acerqué a coger un minuibus. Mientras iba en el minibus, me llegó un mensaje: me habían cambiado de sitio el B&B. Igual los dueños tb querían irse a la cama... Cuando entrábamos en la ciudad, me llegó otro mensaje, de nuevo me cambiaban el B&B! y cada vez más lejos de la oficina!!
A las doce del cinco de octubre, por fin logré dejar quieta la maleta en la habitación... y volví a mirar por la ventana... cuánto llueve en esta ciudad, casi parece una lluvia de verano...

Al día siguiente, había quedado con mis compañeros, a los que todavía no conocía más que por messenger! en la puerta de la oficina, y por supuesto, me perdí para llegar. En seguida me calaron, cuando vieron que llegaba luchando con los tacones y mirando desonfiada los números de las casas. Ah, hola, sois vosotros? Dos chicos con pinta de españoles, trajeados. Sí, ya estamos los tres mosqueteros... ¿qué nos deparará la oficina?
Cuando subimos, nos presentaron y nadie nos explicó lo que teníamos que hacer... sólo una semana más tarde le cogimos el aire a la oficina, que a veces es una casa de locos y a veces un geriátrico sin pastillitas...
Después del tour turístico, me senté a este ordenador desde el que escribo ahora y oí el repiqueteo de la lluvia en la ventana.
Días más tarde, me llegó el primer mensaje general de Ankara y fue como un rayito de los tiempos del máster... empezó a llover otra vez, y ya, no paró hasta febrero. Pero no me importó tanto, porque no estaba sola en la aventura.

lunes, junio 19, 2006

Capítulo XX: Esto es un infierno


A mi me pillaron por sorpresa. Dicen que en el arte de la guerra todo vale, como en el amor pero a mi me pareció un abuso. Incluso hoy me revuelvo ante semejante ataque rastrero. Llevaba 20 días en el paraíso, era una inocente criatura jugueteando en un jardín enorme, atravesado por el sucedáneo del Me-Kong que el Icex me había dado, sin que sus padres le prestaran mucha atención. Libre y sin preocupaciones, el niño del Imperio del Sol antes del bombardeo masivo de los japoneses. Y entonces llegaron. En su favor diré que no llevaban pinturas de camuflaje y aun asi su táctica fue más efectiva que la de los SEAL americanos. Certeros, precisos, crueles. Me arrojaron a la cara millones de cerraduras, en sus distintas variantes y cuando me empezaba a sacar hierros y piezas metálicas de la boca, me empezaron a gritar acerca de bisagras y qué sé yo que más.

Eran los Patxis, la elite de los mismos, porque consiguieron asustarme mucho más que las hordas que después vinieron como los pueblos visigodos. Seguro que sin la connivencia de mis sádicos jefes, no hubiera sido posible tan aplastante derrota pero es dificil asegurarlo. Eran solo 3 y tan solo 3 días después de haber llegado ya estaban levantando sus campamentos y yendo a nuevos pastos para destrozarlos pero su herida fue mortal de necesidad.

Su lista de exigencias para mi claudicación era infinita, cual nazis en la Francia ocupada y su lenguaje oscuro, menos mal que uno no es tonto y cuando decían contactos comerciales sabía leer entre líneas y citarles con las señoritas de los departamentos de relaciones públicas de los sitios de más dudosa moralidad en Sao Paulo.

Eran insaciables, a un esquema apretado durante las horas comerciales, se unían requerimientos para su tiempo de ocio, supongo que los Patxis sean como los cantantes de música pop, que en su tiempo libre siguen cantando porque es lo que les gusta.

Pero sobre todo eran poco realistas, los Esteso españoles creyéndose los Nachos Vidales, en el país de los eunucos. Se les llenaba la boca con sus dotes y artes y yo, que era novato pero no tonto, los miraba como si fuesen un liliputiense convencido de poder dominar la tierra de los Gulliver. Y pemsar que siempre me había preguntado el significado real de la “ignorancia es la madre del atrevimiento”. Joder, la escuela de la vida me lo enseñó en Sao Paulo.

Misión comercial ya nunca significará lo mismo después de aquellos días: hoy, como EEUU frente a un eventual ataque químico estoy preparado, con listas eternas de restaurantes y tablas Excel de locales de relaciones públicas de esos que ellos procuran pero no piden a las claras. Hoy ya soy esa furcia francesa de la resistencia en Vichi, capaz de cualquier treta a la hora de negociar con los abyectos Patxis que irrumpen en mi pacífica aldea.

Mi deber era hablaros de ello y para ello utilicé nuestro moderno tam-tam. Sólo espero que cuando Turquía, Egipto o Rumanía, por nombrar sólo 3 recibieran los posteriores ataques iracundos de los Patxis de algo sirvieran mis gritos de aviso.

viernes, junio 16, 2006

Capítulo XIX: Frenesí

Suena el despertador, me despierto de golpe, la luz que entra por la ventana es demasiado fuerte, me he dormido!!!! Nooooooo!! Otra vez no!!!



Salto de la cama no me pongo ni las zapatillas, ni me medio lavo (ya lo haré más tarde, ahora hay cosas más urgentes), atino a vestirme (y después, a quitarme el pijama y vestirme), espero que lo primero que he pillado al meter la mano en el armario(mientras con la otra sujetaba el café), conjunte al menos un poco, porque a media mañana tengo una reunión con el consejero y treinta mil empresarios (da igual, ya me vieron borracho el otro día en el bar, durante un partido de la liga española, taaaan lejos y taaan cerca). Dejo la taza con el snoopy pintado por cualquier sitio, ya la recogeré después, si la encuentro, y salgo corriendo de casa...

Cuando estoy en la escalera, me vuelvo; se me ha olvidado ponerme los zapatos.

Corro hacia la oficina, el único pensamiento que martillea en mi cabeza mientras corro por la calle y esquivo los coches es: ¿llegaré, llegaré? Sí, llegaré!!!!!
Cuando la fuerza ha abandonado los músculos y sólo queda tu voluntad gritando: resistid, es la consigna!
La respiración se acelera, creo que me está entrando flato, pero da lo mismo... en los reflejos de los escaparates que pasan como exhalaciones por mi lado, veo que esta mañana se me ha vuelto a olvidar peinarme... olvidado? No, de verdad, hay cosas más importantes... hay cosas esenciales en la vida de alquien que forma parte de la élite.

Por fin he llegado, sueno a la puerta, interminables los tres segundos hasta que me abren; sin decir nada inteligible, apenas un murmullo en el idioma local, corro desenfrenado a mi puesto de trabajo (atropellando a la contable y dos auxiliares por el pasillo), pulso compulsivamente el encendido del ordenador y mientras corre el sudor por mi frente, miro el reloj... los segundos pasan, inexorables... noooooooooo no puedo esperar más.
Después de cinco eternos minutos el ordenador se termina de encender...
Abro el explorer, tecleo la sacrosanta dirección mientras murmuro frenéticamente las pocas oraciones que recuerdo...
Y ahí está, el tema nuevo en la bandeja de entrada.
YA LO HAN ABIERTO.
Maldita sea, mañana pongo el despertador cinco minutos antes.
Y esta noche, juergues.

miércoles, junio 14, 2006

Capítulo XVIII: Moi, je t'aime aussi


Dominante y dominada. Tan lejos pero tan cerca. Esperando el estallido.
Palabras desde la ardiente Brasil que inician la sucesión de escalofríos en los voyeurs. Aparecen rombos en las esquinas de los monitores de los que, agazapados, se dejan provocar.

Los dos esperando respuesta que nos mantenga vivos en su verano y en mi invierno. En mi verano y en su invierno. Dejándonos ver, abriendo las cortinas de la siesta de los insomnes, los que querían más, más que nosotros incluso. El juego de la seducción que alimentábamos con las miradas de un foro que se calentaba al mismo ritmo que los protagonistas del folletín de tarde.

Sudor frío. Queremos más. Tensos silencios buscando una réplica más febril que la anterior. Ojos fijos en las pantallas. Manos escondidas. Orejas sonrojadas, palpitaciones. Roces que se hacen más reales a medida que avanza la tarde. Carne de gallina, sensibilidad extrema, vergüenza, jadeos. Imaginación que atraviesa fronteras, que hace plegrase las faldas en la Vieja Europa, negar la lascivia que ha despertado como después de una pesadilla, tensa, nerviosa, que hace retorcerse los sonrojados rostros de incautos observadores, que les empuja a buscar más monedas para que el espectáculo continúe, un poco más...

Mmmm… la colegiala, sus largos calcetines por encima de las rodillas, encaprichada, aprendiz con lascivia en la mirada, boca entreabierta, esperando… deseando esas 500 noches, sin entregar por completo sus armas… mordiendo el zafio vocabulario del momento. Aceptando las miradas de los demás, perdonando el morbo, alimentándolo, dejándose hacer, consumiendo cada minuto con los ojos entornados, jadeantes… ojos que hablan…

Y él, hombre, Marqués de Sade, maestro consciente de que reconocer su debilidad ante una niña, ante un contacto imposible, prohibido pero público, observado por todos, sería su perdición. Cuidando cada palabra, cada gesto. Utilizando toda su artillería. Sabiendo que cualquier movimiento en falso, le delataría. Manteniendo su fuerza, con las manos temblorosas sobre el teclado, retorciéndose, esperando… calmando a la fiera o azuzando sus más bajos instintos, despertando la carne dormida… Depredador devorado bajo los focos de la red...

Se dejaba domar sabiéndose más débil, hacía ronronear a la gata desde dentro, capaz de secar un océano en una sola tarde, de hervir su agua sin enfriarse ni un grado… con la más sensual de las conversaciones o con las más burdas palabras, … conocedores ambos de lo que el otro pedía sin decirlo, … siempre.

Ardiendo su verano. Caldeando mi invierno.
Santo, you make me feel wild...

lunes, junio 12, 2006

Capítulo XVII: Je t'aime, moi non plus


Yo lo hacía por ella. Sabía que hacía frío en Rumania. Yo sólo pretendía ayudar a que entrara en calor. Desde Sao Paulo, pretendía compartir el calor de un país tropical con el este de Europa, donde el invierno se estaba sobrando. Sao Paulo ardía aquel mes y Bucarest se mostraba gélido, impenetrable. Yo no sabía que estaba mal, simplemente tenía curiosidad. Mis manos volaban sobre un teclado a falta de poder hacerlo sobre otras superficies y había opiniones para todos los gustos: los que se rasgaban las vestiduras, los que guardaban sus opiniones y sólo miraban como asiduos de un peep show y los que jaleaban para ver más, como la escena del pin ball de Acusados con Jodie Foster como centro.

Wanting, needing, waiting, las horas nos eran propicias: la torpe sensualidad de después de la comida en Brasil, preludio de una imposible siesta, cuando el cuerpo se adormece y la mente juguetea y la intimidad del caer de la noche en Bucarest cuando el diablo nos tienta con más fuerza.

Del lenguaje más barroco del que éramos capaces, al más subidito de tono, del más voluptuoso al más sucio y procaz, que en esos escenarios es lícito, los mensajes se sucedían como un revoltijo y la internet era la cama de dos amantes separados por kilómetros de distancia.

Y los roles utilizados eran los más diversos, signos de variedad de estados de ánimo: el esclavo y el amo, el amante imaginativo y el sátiro que todos llevamos dentro, susurrando sugerencias y pronunciando órdenes, dignas de un látigo perfectamente engrasado que se mostró demasiado corto (auuch) para llegar a la oscura Bucarest.

Qué confiado me mostraba en ser capaz de desatar esa reacción química de sobra conocida por todos. Cuántas veces imaginaba la cara y los gestos de quien era receptora de mis mensajes. Cuántas veces me imaginaba que tardaría en olvidarme 19 días y 500 noches.

Mi colegial y mi dominatrix: tan pronto era todo inocencia como lujuria en su máximo potencial, a veces se dejaba vendar los ojos y recibir mansamente comida, entregando su voluntad sin la menor queja, a veces mordía mi mano con inusitada violencia y velocidad. Disciplina inglesa con lenguaje de puesto ambulante.

En ocasiones ella mi Eva con la manzana jugosa, demasiado cerca de mi, en ocasiones yo como el Marqués de Sade, dispuesto a dar rienda suelta al lado oscuro. A esas horas parecíamos estar solos, ignorando lo que nos rodeaba, haciendo bueno aquello del Carpe Diem.

El eterno juego de la seducción tambíén estuvo presente en nuestro foro y de qué forma:
Uhmmm, Carnal, you got me fever!!

viernes, junio 09, 2006

Capítulo XVI: Al César lo que es del César


Auqnue al principio fuera Al César lo que es del Paco. Lo hicieron tarde y mal pero también creó que reaccionamos demasiado negtivamente ante lo que era la consecuencia logica de unos 6 meses de despropósito: venga vamos a despejar la incógnita entre todos. Si a un grupo de funcionarios inútiles y grises les das como tarea hacer bien su trabajo, trabajo que vistos los resultados que publica la prensa nunca fue muy acertado, se saben protegidos por su status de empleado público y además vierten sobre todos nosotros toda la bilis de la que son capaces (menos mal que su incacapcidad es patente hasta para eso): ¿cómo podemos esperar que asignen bien los destinos?.

La Agencia de Viajes Icex en la que muchos de nosotros habíamos puesto muchas esperanzas para hacer un viaje memorable erró asignándolos y dejó a muy poca gente contenta, o por lo menos a demasiados con mal sabor de boca. Claro que también tenemos que ser un poco consecuentes con lo que nosotros mismos buscábamos: si lo que quieres es un viaje la forma de hacerlo mejor es pagándolo. Aquí nos pagaban por hacerlo con el simple requisito de perder, como regla general, un tercio de nuestro tiempo en las oficinas comerciales, calabozos contra la creatividad y el trabajo bien hecho.

Y después de que haya pasado todo este tiempo, lo cierto es que no creo que haya muchas quejas y si las hay son injustificadas en la mayor parte de los casos: nuestros CVs van a quedar decorados como árbol de Navidad con nuestra experiencia ICEX y en cuanto a la parte personal y viajera, creo que Gmail habla por nosotros como testigo mudo: hemos viajado, vivido en países en lo que el el 98% de los españoles jamás vivirá, espabilado en la mayor parte de las ocasiones y descubierto muchas cosas, ora del mundo exterior, ora de nuestra vida en España (apártate para ver mejor lo que tenías que tú mismo te bloqueas parte de la visión).

Esto ya no es parte de un año Erasmus, de unos meses de verano para aprender un idioma, este año va a determinar las decisiones futuras de muchos de nosotros en un sentido u otro. Suena demasiado grandilocuente?? Puede, pero tiene un puntito de cierto que creo que todos vemos. ¿Te quedarías en el país que te acogíó o vas a volver a España porque ahora sí puedes defender genuinamente aquella frase de “como en España no se vive en ningún sitio”? ¿Se te ha abierto una vena viajera y serás un expatriado por el resto de tus días? ¿Empiezas a ver que en España no todo es tan perfecto o por el contrario quieres volver, aterrado de lo que viste mientras estuviste fuera? ¿Aborreces la Administración Púlica con todas tus fuerzas o te ves a ti mismo capaz en unos años de ser el nuevo Consejero en una Oficina Comercial?

O por lo menos, y no es poco, habremos descubierto más cosas de nosotros mismos, de los límites de nuestra paciencia compartiendo destino con quienes no elegimos, de nuestra capacidad de adaptación, de nuestra timidez cuando patinábamos en el idioma nuevo de turno. ¿Ya eres el Santo Job o más bien el Mussolini que impartiría justicia allí donde estás para enseñarles como se hacen las cosas? ¿Se ha abierto tu mente o es tu boca la que no puede cerrarse por no dar crédito a lo que ves en el día a día?.

Lo mejor de todo, tener todas las piezas para completar el puzzle de la indecisión: hay mucha gente que toma decisiones en su vida sin haber tenido la oportunidad de ver desde todas las perspectivas; no seré yo quien diga que hemos mirado ya desde todas las ópticas pero este año nos va a servir en la mayoría de las ocasiones para tomar decisiones más acertadas, o, por lo menos, más fundamentadas que otra gente.

Por eso y por otras cosas somos afortunados, por eso aunque sea entre dientes, y con muchos, muchos matices, creo que casi todos hemos pronunciado lo que hacía un año parecían palabras sacrílegas: gracias Icex, gracias Amparo Vera.

jueves, junio 08, 2006

Capìtulo XV: Benditas Barbaridades.


Ya no se escriben cartas. Siempre lo dice mi madre. La gente ya no escribe. Es una pena, antiguamente se plasmaba en papel la letra, la firma, las ideas…

El germano tuvo una gran idea, que, a pesar del pasotismo general del foro, tuvo bastante éxito y logró que, quien más quien menos, escribiese unas postalitas a sus compañeros.

Pero no es de las postales de lo que vamos a hablar. No señor. El foro del G, mal que nos pese, es un foro escrito. Un foro en el que los gestos, los tonos de voz, las sonrisas, los cabreos, las manías, los recuerdos, tienen que expresarse con la única ayuda de un teclado. Tenemos que conseguir entendernos sin vernos y sin oírnos. Y sabemos todos que no es nada fácil hacerlo. Pero tampoco vamos a hablar de la facilidad o dificultad de expresión de unos y de otros. No señores, no.

De hecho, vamos a los más bajos fondos, al barro, al fondo de la sartén, a lo tostado, a recuperar algo que puede avergonzar a nuestras madres… porque, siento decirles, damas y caballeros, que creo que sólo los que escriben con frecuencia mensual se han librado de la quema. Los demás, TODOS, tenemos la V de la VERGÜENZA tatuada en el gmail…


No es que sean pequeñas, o sutiles, no. De esas también hay, claro, pero recuperar todas era demasiado complicado. Por eso, sólo las que realmente son Garrafales Faltas de OrtoGrafía, aparecerán a continuación con su autor, y, en la mayoría de los casos, con su fecha.

Y, vive dios que yo tampoco me libro. Que no tenemos perdón ninguno (entre otras cosas porque lo de que la B y la V están juntas en el teclado, en fin… hay que trabajarse más las excusas… ), así que esto es sólo una constatación de los hechos.

Ni más ni menos. (Porque tú te ves bonita, tú te pones orgullosa).

No es menos cierto que alguno se ha ganado un premio al más … ¿cómo decirlo? … descuidado en su ortografía. Y que otros, como la Vieja del Noveno, han sido, cuanto menos, sorprendentes curas de humildad que nos hacen a todos un poco imperfectos. Pero no seré yo quien conceda el podio…


De las muchas conversaciones filosóficas sobre el feminismo y otras verdades, siempre sale el recurrente tema de la menstruación, que no MenstruaCción. Claro que hay que entender que desde Alemania, las ces suenan más intensas…y que la G y la J, mal que pese en este blog, se confundan cuando uno viaja al extranGero.

Algunas faltas eSclusivas y eSquisitas del sector masculino germano, que, a punto de irse (“creo que me voy a ir LLendo”), dejaba a su compañera continuar con la saga.

Hemos tenido en el foro muchas confusiones con el participio de Hacer (hecho) y la primera persona del presente de indicativo de Echar (echo). Pero ninguna que haya dado lugar a tanta confusión como el redactado por la sastra, echo polvo, que, pese a no intentarlo, le dio a la expresión un sentido erróneo pero lógico. Quizá fue por eso por lo que casó sin muchos miramientos la z y la e en un apoteósico traumatiZen que dejó atómico a más de uno.

Pero no se vayan todavía, aún hay más…

Los teclados turcos se mostraron duros de mollera en más de una ocasión. Repetidas veces fuimos testigos del tedio ankarino en el que todo era un roYo, aunque duro de roer. Las Hultimas fiestas en la pensión Mosco nos dejaron inmoBilizados, sobre todo al ver que no habría ninguna más: "No hago fiestas en mi casa porque se Harma".

Aquel al que la turca calificó de misoJEno al otro lado del charco, en su venerada Sao Paulo, tampoco quedó libre en los primeros meses de la lacra que sobre él lanzaría Lázaro Carreter si levantara la cabeza.

Con un impoluto historial, mancilló su reputación y, lo que es peor, intentó justificarlo echando la culpa al teclado QWERTY, con un culminante estáVamos.

Entonemos pues el mea culpa. No nos queda más remedio. El Reino de los Cielos espera a aquellos que saben rectificar. A base de repetición, como los perros de Pavlov, he aprendido a coJer el toro por los cuernos. Y mientras Habro las puertas del cielo de los arrepentidos, me consuelo sabiendo que en Montevideo los Becinos son amables, que en Lagos se Vendice con fervor, que en Noruega los compañeros de piso AUYENTAN (no sé qué parte de la palabra resaltar en este caso, es increíble…) y que desde Roma, se corriJe sin piedad.

Lo malo del gmail, son estas cosas…

miércoles, junio 07, 2006

Capítulo XIV: GNN informa


Vivimos en la sociedad de la información, somos hijos de ella, somos gente con curiosidad por saber que pasa en el mundo. El foro del G se convirtió rápidamente en un intercambio de noticias y opiniones sobre las mismas: era una forma distinta de vivir la actualidad, más viva, que nos tocaba más de cerca. El foro seguía algo así como la estructura de uno de estos nuevos noticiarios en los que hay espacio para la crónica social y el cotilleo más flagrante.

Desde todas las partes del mundo cogimos la buena costumbre de explicar desde aspectos hist´ricos del país en el que estábamos hasta la más rabiosa actualidad: y joder dio para bastante hablar de una caricatura de Mahoma y de cómo vivir en el ojo del huracán siendo rubia. La gripe del pollo estalló con virulencia en Turquía y Rumanía y nuestras reporteras han vivido para contarlo.

Los partes meteorológicos, si bien no dejando mucho lugar para la sorpresa en el caso de Roma y su eterna lluvia eran preocupantes desde una oscura Noruega que no levantaba la cabeza, a riesgo de quedar congelada, sepultada bajo toneladas de nieve. El clima, como para los viejos ha sido una conversación recurrente, un duro invierno en la decadente Europa que ahora ha hecho las maletas y se ha venido al hemisferio sur, impartiendo justicia de una particular forma: ahora somos nosotros los que vemos al Astro Sol bastantes menos horas, los que a veces sufrimos los rigores de un invierno que no viene a cuento a estas alturas del año mientras los europeos redescubren las terrazas y los parques.

Inundaciones en Rumanía, revueltas en Sao Paulo que te los ponen de corbata, los Rolling en Río gratis y en Shangai pagando, Madonna en Los Angeles, pagando un riñón, de Felice dejando la beca siete meses más tarde que la apuesta más mayoritaria, despidos masivos en RTVE, la Amparo Vera saliendo por la puerta de atrás de nuestro departamento de becas, mantneiendo el tipo con un mail de despedida como si a nosotros nos interesase, timos de la estampita en la piel de Toro, proyectos humanitarios que envolvían ordenadores con manivela y la ceremonia de los Oscar contada de primera mano.

Y luego la sección de noticias imposibles, con cerdos noruegos yendo a la costa de Sol, siendo esta vez realmente los animales y no los que se comportan como tal, la pantera que merodeaba por Roma, haciendo las delicias de la vieja del noveno con afición por los mininos, la sorpresiva entrada de Rumania en la UE pasando a ser Europa y sus prisas por poner parches para parecer barco en lugar de chalupa y las normas del Partido en la China comunista para los futuros Juegos Olímpicos que incluían la prohibición a gran escala del prosaico gargajo en la calle.

Y no se vayan todavía que aun hay más: antes de que este año acabe para todos nosotros, se oirán noticias del Mundial de fútbol desde las Germanias, de donde también recibieremos nuevo report de la Love Parade en Berlín, habrá elecciones en Brasil que probablemente consagrarán a Lula en el poder a falta de rival decente y quien sabe si entre mail y mail conseguimos hablar de un giro vertiginoso en la balanza comercial de España. Claro, que probablemente eso no sea gracias a nosotros.

martes, junio 06, 2006

Capítulo XIII: En honor de un meritorio foro


Yo creo que ya vale después de todos estos posts recopilatorios sobre lo maravilloso que es el compañerismo, sobre la amistad que nos une y lo cojonudos que somos todos. Que sí, que la tenemos muy grande. Pero seamos sinceros: somos mucho más graciosos cuando nos tiramos los trastos a la cabeza. Hablo por mi, por supuesto, que cada perro se lama su... dejémoslo ahí.

Y si eso es una buena o mala herramienta de comunicación pues se lo dejaremos a los expertos porque a mi lo que me apetece es azuzar la hoguera que se nos está apagando con tanta lágrima barata de exaltación de la amistad. No nos engañemos señores, lo que no podemos hacer porque no está justificado es olvidarnos de quien nos enseñó que 4 ajos cuestan realmente veinte duros, de esa Matahari de llavero que habita en Rumanía, en las calles llenas de barro del sucio Bucarest. Ella ha sido Producciones Mal Gusto con todas las de la ley, no hay nadie que ose a robarle el título porque claro está, que con cuatro improperios, expresados desde su escasa estatura, va a hacer que agarres un Rosario y una Biblia y empieces a rezar por su redención.

Y qué decir tiene de la vieja del noveno con sus gatos y hábitos sexuales nada claros para con ellos? Yo seré un gordo repugnante pero está claro que dejo en paz a los animales en mi alcoholismo, que nada tiene que ver con el Chinchón, joder que algunos tenemos más clase. Sus voces desde un noveno en la Roma decadente y amenazando ruina, han conseguido que el nigeriano se sacase las lanzas y flechas de su arquero de donde no deberían de estar para utilizarlas como mejor podía contra ella, que el venezolano dejase de acatar la máxima de “respeto a la tercera edad” y que aquí el que escribe le compusiese versos satíricos para ponerla en su sitio. La respetaremos por su edad y porque todo era culpa de la lluvia, repiqueteando constantemente, haciéndola perder el norte para refugiarse en otra botella de Chinchón.

Y el noruego? Que si entro a la gresca que si no, siempre evaluando sus escasas fuerzas conservadas en esa inanición constante en la que vive. Me quitaré el sombrero, porque a mi sale de la cabeza no como a otros, por su arrojo, aun tan sólo teniendo en el cuerpo el caldo escuálido obtenido de una raspa de arenque como único alimento. Eso sí, muy valiente en esta arena de gladidadores virtuales, pero sin poder evitar el seguir escondíendose de desproporcionadas Ingas que con sus cantos y ritos de apareamiento conseguían hacerle entrar en calor por tener que correr alocadamente por las calles de Oslo y no precisamente hacia ellas.

Menos mal que estaba yo para poner orden: desde mi Sampa querido, si bien tarde por inconveniencias horarias, conseguía controlar a las fieras, explicar a los neófitos acerca de síndromes premenstruales, aunque ello me costara innumerables batallas de sexos, innecesarias en todo caso (todo el mundo sabe quien es superior), calmando con mi arpa y poesía el mercado callejero en el que este foro se convertía durante la madrugada paulistana. A veces, como Jesús en el templo ante los mercaderes deshonestos perdí la calma, pero en general y tambíen como El mostré mi más absoluta misericordia ante lo que me rodeaba.

Menos mal que estaba yo!

lunes, junio 05, 2006

Capítulo XII: Shake it, shake it, baby


Las mentes ociosas siempre encuentran algo que hacer para mantenerse entretenidas. Al menos las mentes despiertas. Los mensajes de “hola, qué tal” estaban muy bien los primeros días, pero una vez todos intalados en sus destinos íbamos a asumir rápidamente dos hechos: el primero que la vida a miles de kilómetros de la que conocías anteriormente no da para contar maravillosas aventuras todos los días y la segunda que todo aquello por lo que habíamos luchado denodadamente durante 6 meses no era oro, con todo que relucía el cabrón. El trabajo de las oficinas comerciales, con sus puntas o sin ellas, haciendo más o menos que los demás, no llegaba a satisfacer a los miembros de las elites (sí,somos nosotros no miréis alrededor).

Yo creo que todo lo empezó la rum-ana, pero tampoco pondría la mano en el fuego, ese fuego al que poníamos el aceite hirviendo y la rum-ana echaba agua: llamaradas se veían de un rincón del mundo al otro. Rápidamente, auqella se tornó en la Guerra con mayúsculas: los mails largos que contaban experiencias se empezaban a intercalar con mails de no más una línea demoledores, graciosos, ingeniosos o repetitivos.

No todo el mundo acusó el golpe de la misma forma: desde las filas más conservadoras de los hotmail y los yahoo y las pobres conexiones de Internet, se pedía paz y sosiego mientras gmail iba extendiendo sus cantos como las sirenas en el mar. La sensación de encontrar en tu bandeja de entrada 75 mensajes sin abrir es dificil de explicar, pero cuando tardabas desde tu hotmail 30 segundos en abrir un mensaje para descubrir que sólo contenía la palbra “víbora” rápidamente encontrabas epítetos dirigidos a todos los que escribían semejantes mensajes La fuerza con la que llamaba el nuevo juguetito de google era ensordecedora y por más que las facciones rebeldes intentasen rebelarse contra su atracción, al final más del 50% del G ha acabado en sus garras.

Las puyas, colocadas como minas antipersona te cogían por sorpresa, se enterraban a cualquier hora del día y cuando llegabas por la mañana y te instalabas en tu puesto con el café bien calentito, dispuesto a comenzar un nuevo y aburrido día, de repente saltabas en tu asiento y casi escupías en la pantalla el sorbo de ese agua sucia, también conocido como café. A mi me gustaba más el cuerpo a cuerpo (uhmmm), el combate en vivo y en directo pero los horarios nos han ido quitando esa oportunidad.

Algunos de esos mails son simplemente antológicos, algunos son el dardo en la palabra y otros un bazooka en el teclado, algunos pasaron el límite del decoro y se tornaron en producciones Mal Gusto y otros acuñaron expresiones que seguiremos utilizando por mucho tiempo, como una especie de lenguaje exclusivo que nadie más entiende. Que para eso somos la elite. Nos podía haber dado por escuchar música o aprender swahili pero en su lugar optamos por aguzar el ingenio y ser más gracioso que el anterior. Agitando las aguas estancadas de las Oficinas Comerciales para convertirlas en tsunamis, esos mensajes han hecho que las mañanas pasasen mucho más rápidas. Bendito Gmail.

jueves, junio 01, 2006

Capítulo XI: La Última Cena


A finales de agosto de 2005, IR y su gabilla dejaron de jugar a la Oca con los destinos de los doscientos ochenta y pico becarios ICEX (de Moscú a Lagos y tiro porque me lleva la corriente…). Era oficial (otra vez). Ya nada podía sorprendernos. Y entonces nos extrañó que fuese real.

Las dudas se disipaban. Se acabó. Los que no habían llegado al lago del tablero, hacían planes para el próximo año. Y los demás, nadaban plácidamente hasta que se ponían a pensar… definitivamente, era mejor no darle vueltas. Había que preparar una cena a finales de septiembre. Eso era lo realmente importante.

Cuando uno no está en su ciudad, espera que los autóctonos sean los que conozcan los mejores sitios, los mejores bares de copas, que sean amigos del dueño de la tasca de abajo, pero la élite no entiende de preconceptos…así que, en Madrid, los madrileños no teníamos ni idea (carencia que suplimos con otras muchas virtudes) de dónde podíamos cenar unas 18 “personas” y fue un vitoriano pequeño, Méjico, el que organizó el ágape en la sidrería de Islas Filipinas (o vaya usted a saber qué calle, esa era al menos la zona...) porque conocía al dueño.

El día D, a la hora H, quedamos allí. Algunos llegaron rápidamente, otros con alguna dificultad al tener que pasar por puntos de referencia que no están muy cerca del sitio (Atocha). Claro que esto es España, señora. Pan y circo, todos contentos, hay que entrar en calor con unas cervecitas. Apostados en la barra del bar de enfrente, mirábamos a lo que nos esperaba como un guepardo mira a su presa… sabíamos lo que venía después… o no.

Todos en sus posiciones, estábamos preparados para la batalla campal. Todos habíamos tenido lavado de cerebro matutino, hasta los COMEX, increíble. Y algunos también asistirían al día siguiente a la sesión (hay mentes más tozudas que otras). Pero la guerra es dura. Es como el fútbol (el fútbol es así). El entrenamiento es fundamental, esto es una carrera de fondo. Resistir es vencer.

Con esa consigna, resistir hasta la muerte, entramos en la sidrería. Menú fijo. No nos importa. Vino. Cerveza. Pacharán. Pacharán. Más Pacharán. Otra botella. Tenemos que subir el precio del menú. Habíamos dado precio para personas, pero el menú de heliogábalo es más caro. Lo pagamos. Somos la élite. Y ésta, nuestra última cena, al menos hasta el año que viene. En una especie de bacanal, logramos levantarnos para unirnos al resto de bearios ICEX, que esperaban, no en mejores condiciones, en el Chesterfield Café.
La prueba de fuego: Conocer a los que, durante los próximos 12 meses estarán conviviendo en destino con nosotros. Algunos conocidos, otros que no nos suenan en absoluto.

Manolito es compañero mío de ruso, yo te lo presento. Y Mari Pili iba con Luismi a chino, a ver si les vemos y les conoces.

Pues yo me voy a vivir con mi compañero de beca, juaaa, juaaaaaa, acabamos de decidirlo...

Menouda jaoyoa qui os lleveeeaaiss con vooozsoootreooosss... esta chica uuess unua juoooyoa...

Perdona, ¿tú conoces al que va a Indochina?

Cánticos, copas, alcohol, escaleras que se suben y se bajan, que se bajan de bruces... vergüenza... ufff, me marcho que nadie me ha visto...

Conciliadores abrazos noruegos que crecen exponencialmente con las horas hasta que se cierra el garito... todos a la calle. Vamos a por unos churritos, que aún no es de día. ¿Quedamos allí, entonces?? Yo no sé llegar... te acompaño.

Olor a fritanga madrileña. Cómo nos gusta. ¡¡¡Seis cafés con leche, dos docenas de churros y cinco cañas!!! Mira, Gorka!! Cruasanes en la barra... tú levantas la tapa y yo los cojo sin que nos vean... una, dos y tres!!!

Nerea, toma, toma uno... diosss, qué rico...

Otro café?? Me tengo que ir a casa, que tengo curso dentro de un rato. ¿Me llevas a casa? Claro, vámonos.

De vuelta a casa. A6. Se hace de día... Me había despertado con Carlos Herrera en la radio diciendo aquello de "Son las siete. Me alegro, buenos días".

Descubro que era falso eso de que había pasado el día de la Marmota.
"Son las siete. Me alegro. Buenos días"

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